Fragoselo: el resurgir de las cenizas

Cómo quedó el monte, arrasado por el fuego.
photo_camera Cómo quedó el monte, arrasado por el fuego.

Los vecinos de Coruxo perdieron prácticamente todo su monte con el fuego, (sólo quedaron 90 hectáreas de las 247). El golpe fue muy duro. Un año después echan de menos las ayudas para un plan de recuperación

 

Para los vecinos de Fragoselo, el día 15 de octubre será para siempre un día de duelo. “El fuego arrasó el 80% del monte¨ recuerda el presidente de la Comunidad de Montes de Coruxo, Antonio Ocampo. Un año después, asegura que “no hay una implicación seria por parte de las administraciones para prevenir y mantener el equilibrio ecológico” y todavía le duele al ver el monte reducido a cenizas “y no tenemos una ayuda para reforestar”.

El fuego fue especialmente implacable con esta parroquia, “ya no queda nada para arder, apenas 90 hectáreas quedaron en pie de las 247 y el año pasado llevamos a cabo una plantación de unos 2.000 árboles”. Ocampo lamenta la escasa ayuda de la Administración, pero incide por contra en la labor de los vecinos. “Las pérdidas fueron millonarias pero no han sido contrarrestadas eso genera una gran sensación de impotencia”. En cambio, señala “los voluntarios y los propios ciudadanos han dado una lección, jugándose el pellejo el mismo día y con su trabajo después”. Sin temor a equivocarse, calcula que “el 90% de los vecinos de la parroquia cayó en depresión y ahora comenzamos a recuperarnos de la desgracia. Somos nosotros los que nos unimos para tratar de cambiar el paisaje que ahora mismo es deprimente”.

Pese a la tragedia ecológica, Antonio Ocampo cree que todavía pudo haber sido peor, “gracias a teníamos una planificación y que fuimos los primeros en crear cortafuegos naturales en el monte de Coruxo, las llamas no se extendieron a San Miguel de Oia y a Saians”. Lo que ocurrió, cree el presidente de la comunidad de Montes, tiene que servir para enseñarnos que “tenemos que llevar una planificación para la reserva de nuestra diversidad”. Pero las consecuencias no sólo fueron mediambientales. Varias familias lo perdieron todo, “los que tenían seguros pudieron rehabilitar sus casas, otros no tuvieron tanta suerte, una de las empresas que ardió tuvo que cerrar porque no le pagaron nada y las rehabilitaciones han sido llevadas a cabo por los propios afectados”. “Nosotros calculamos las pérdidas en 300.000 euros y no hemos recibido nada de momento”.

El fin de semana pasado, volvieron a saltar las alarmas con el incendio en Mondariz. “Aquí ya no hay nada que quemar, pero el temor regresa, el problema es que no hay un perfil del pirómano de montes ni por parte de la Fiscalía ni de la Policía, porque además de personas enfermas, hay otros que tienen intereses y hay que buscarlos, todo tiene un porqué.

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