Los fuegos artificiales de las fiestas del Apóstol Santiago dejarán de lanzarse en la Praza do Obradoiro, una tradición que se mantenía "desde hace 450 años", ante el riesgo existente para la Catedral y el patrimonio. Así lo avanzó ayer el alcalde de Compostela, el socialista Xosé Sánchez Bugallo, que deja claro que en el Obradoiro se mantendrá el espectáculo de luces y sonido, pero los fuegos se lanzarán desde otra ubicación. En concreto, se estudian emplazamientos como el parque de Belvís o la Alameda.
Al respecto, el regidor reconoce que es una decisión "complicada", pero "no es posible mantenerlos", ya que los tradicionales fuegos del Apóstol en el Obradoiro no son "compatibles" con el respeto al patrimonio y a la propia Catedral, que se encuentra en un amplio proceso de obras de restauración.
Daños en Raxoi
Respecto a la problemática producida por los fuegos en esta singular plaza, explica que el último año se produjeron daños por valor de 700.000 euros en los techos del Pazo de Raxoi -en donde se encuentra el Ayuntamiento compostelano-, que deben ser reparados. Y es que en 2019 hubo 366 kilos de pirotecnia y más de 6.000 efectos de disparo. Un espectáculo en las fiestas grandes de la capital de Galicia seguido cada año por miles de personas.
En esta línea, la titular de la Concejalía de Urbanismo y Cidade Histórica de Santiago, Mercedes Rosón, defiende que decisiones similares se han tomado en otras ciudades, incluso con tradiciones más antiguas, por respeto al patrimonio.
