El menor, hijo de un compañero guardia civil, sufrió una crisis respiratoria severa
Un agente de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) de la Comandancia de Guardia Civil de Pontevedra, con base en Vigo, ha salvado la vida al hijo recién nacido de un compañero en el cuartel de Cangas, después de que el bebé sufriera una crisis respiratoria severa.
Según han informado fuentes del Instituto Armado, los hechos tuvieron lugar este miércoles, cuando este agente de la USECIC se encontraba de forma circunstancial en el cuartel de Cangas realizando unos trámites. En esos momentos, se escucharon los gritos de una mujer que accedió a las dependencias con un bebé en brazos pidiendo auxilio.
Este guardia se percató de que el bebé, de apenas unos días, estaba insconsciente, sin respiración y con un aspecto cianótico alarmante. Inmediatamente realizó las maniobras de reanimación y pudo conseguir que el bebé respirase nuevamente.
Entre el júbilo que se produjo cuando volvió a escucharse el llanto del niño, el agente se enteró de que se trataba del hijo de un compañero, que vive en uno de los pabellones del cuartel y que estaba ausente en ese momento.
La actuación "serena y decidida" de este funcionario suscitó las felicitaciones y elogios de los padres del menor, de los compañeros de la Guardia Civil y también de los propios servicios sanitarios de emergencias que acudieron al lugar.
Una dotación de la USECIC escoltó a la ambulancia que trasladó al bebé a un hospital de Vigo, donde permanece ingresado en observación y "se recupera satisfactoriamente".
Según han informado fuentes del Instituto Armado, los hechos tuvieron lugar este miércoles, cuando este agente de la USECIC se encontraba de forma circunstancial en el cuartel de Cangas realizando unos trámites. En esos momentos, se escucharon los gritos de una mujer que accedió a las dependencias con un bebé en brazos pidiendo auxilio.
Este guardia se percató de que el bebé, de apenas unos días, estaba insconsciente, sin respiración y con un aspecto cianótico alarmante. Inmediatamente realizó las maniobras de reanimación y pudo conseguir que el bebé respirase nuevamente.
Entre el júbilo que se produjo cuando volvió a escucharse el llanto del niño, el agente se enteró de que se trataba del hijo de un compañero, que vive en uno de los pabellones del cuartel y que estaba ausente en ese momento.
La actuación "serena y decidida" de este funcionario suscitó las felicitaciones y elogios de los padres del menor, de los compañeros de la Guardia Civil y también de los propios servicios sanitarios de emergencias que acudieron al lugar.
Una dotación de la USECIC escoltó a la ambulancia que trasladó al bebé a un hospital de Vigo, donde permanece ingresado en observación y "se recupera satisfactoriamente".
