El joven alerta de la situación que viven los hijos y familiares de las mujeres asesinadas por la violencia machista
"Nadie se ocupa de arreglar los problemas" de los huérfanos de las víctimas de la violencia machista. Ese fue el mensaje central de la dura y emotiva intervención de Joshua Alonso, de 25 años e hijo de María José Mateo, "Sesé", asesinada en febrero del año pasado. El joven aseguró en las II Jornadas de Huérfan@s de la violencia de género, celebrado el pasado lunes en el Senado, sentirse "abandonado" por parte de las instituciones y haberse enfrentado solo a numerosos problemas y trámites tras el fallecimiento de su madre. "Un laberinto de puertas" y escollos al que tuvo que enfrentarse, enumerando a los presentes algunos de los problemas que tuvo que resolver: "El seguro de la casa a nombre de un asesino, impuesto de sucesiones, declaración de herederos. Ningún testamento hecho. Toca cancelar deudas, una tutela, ocuparme de una casa y mil trámites más con los gastos que conlleva, que tengo 25 años".
En España 194 menores han perdido a sus madres desde 2013 víctimas de la violencia de género, incluyendo a los 8 que se quedaron huérfanos este año. Un colectivo que no cuenta con un protocolo de actuaciones, lo que tal y como describió Joshua en su sincera intervención que comenzó diciendo "nuestra familia sufrió el peor de los golpes" y recordando cómo "el asesino de mi madre usó bombonas de gas butano y gasolina para matarla; para destrozar, quemar y volar por los aires nuestro hogar".
Una tragedia tras la cual siguió, según relató ante unos asistentes completamente en silencio, la falta de apoyos para los familiares de las víctimas de la violencia de género. Algo que explicó diciendo "me siento abandonado. "Mi hermano de 10 años está abandonado. Mi familia está abandonada", unas palabras que fueron acogidas con un aplauso cerrado por parte de los presentes.
