A un metro

Hijas-madre o el cuidado de vuelta

El realizador y productor Miguel Piñeiro prepara una exposición con imagénes tomadas en las cuatro provincias gallegas para provocar la reflexión mostrando a "la última generación de cuidadoras de sangre". 

Hay que ser muy zote para no sorprenderse ante un atardecer, pero para captar la belleza y sus matices se necesita una sensibilidad que no viene de serie en ninguna cámara fotográfica. Miguel Piñeiro (Ourense, 1965) es realizador, fotógrafo y dueño de la productora Atlantis Multimedia, desde la que firmó y filmó el documental 'A palabra xusta', cuyo pase tendría que ser obligatorio en los centros de enseñanza. En esta película sobre Antía Cal, "Tita", la maestra que volteó la enseñanza en Galicia con la fundación del colegio Rosalía de Castro en Vigo, se sirve de las correspondencia que cruzó con el oftalmólogo Antón Beiras durante los años de noviazgo del matrimonio para regalar una lección de ética y de vida. 

miguel_pineiro

Miguel Piñeiro

A finales de septiembre del año pasado,Miguel Piñeiro cenaba en casa de una amiga cuya madre necesita de cuidados continuos. Se sobrecogió  ante otro tipo de ocaso. Recordó que tenía la cámara en el coche y les sacó una fotografía. Se marchó preguntándose "cuánta gente hay en una situación parecida y es totalmente invisible". Y decidió buscar casos parecidos para "hacer visible algo tan emocionante, íntimo y discreto". Mujeres, porque son la mayoría, que dedican todos los minutos de su vida a cuidar de sus madres dependientes sin importarle desaparecer del circuito social. El COVID-19 todavía no había zarandeado el modelo vital.

Durante estos meses ha reunido 65 imágenes en las cuatro provincias gallegas que representan "la última generación de cuidadoras de sangre". El valor de la familia. Al charlar con Miguel Piñeiro en el Día de la Madre se descubre que hay muchas hijas-madre que devuelven el cuidado recibido. La exposición estará lista a finales del verano o a comienzos del otoño para mostrar por toda Galicia la "emotividad, la dulzura y la dependencia mutua que se genera". El título de la muestra resume:  "Necesito te necesito". "Me decanté por el bilingüismo para ser bidireccional", apunta Piñeiro.

Lucita y Goretti en A Manchita, A Merca.

Lucita y Goretti

Al mostrarle las imágenes que iba capturando a amigos y compañeros de la productora como Carme Varela –una mujer capaz de orientarse en cada rincón de Galicia sin mapa–, le comentaron su sorpresa porque todas parecen contentas. La sensación de Piñeiro durante el trabajo es que en cada casa en la que entró fue recibido "con cierto cariño porque se dan cuenta de que les importas". Y también con naturalidad al situarse delante del foco. "Aquí estoy yo, aquí mi madre". La sensibilidad del artista se encargó de recoger los matices de la belleza del atardecer.

No utilizó canales oficiales para encontrar a las protagonistas, como asociaciones de familiares de enfermos de alzhéimer, sino que prefirió recurir al método de preguntar a amigos por conocidos que estuviesen en esa situación. La mayoría de los consultados no era capaz de dar una respuesta a la primera, pero al día siguiente llamaban para facilitar una pista, prueba inequívoca de que hay muchas mujeres que cambian de vida, si es necesario, para ocuparse de la madre dependiente. 

Carmen y Puri en Rante, San Cibrao das Viñas.Carmen y Puri en Rante, San Cibrao das Viñas.

En Rante, parroquia del municipio ourensano de San Cibrao das Viñas, se encontró a Carmen y a Puri. La madre vivió 40 años en Valencia, hace nueve que le han diagnosticado alzhéimer y su marido se ocupó de su cuidado con ayuda de la hija, que es enfermera y residía en Ourense. Hace siete años Puri se fue a vivir con ellos porque su padre, que falleció hace año y medio, sufrió un ictus. Ha pedido reducción de jornada y el resto del tiempo lo pasa con la madre. Las dos aparecen sonriendo en la fotografía.

¿Piscina o centro de día?

Lucita y Goretti viven en A Manchica, parroquia de A Merca. La madre tiene 95 años, nació gallega, se crió en Granada y regresó a sus orígenes. Diagnosticada de parkinson, necesita de ayuda mecánica para poder salir de la cama y desde hace dos años se ha quedado ciega. Goretti trabajaba en Ponteareas y pidió el traslado a Xinzo de Limia para poder cuidarla. En la imagen que también ilustra este reportaje transmite paz.   

"Es la última generación de cuidadoras de sangre", repite Piñeiro en un momento en el que las residencias sufren la pandemia del coronavirus. "Es evidente que hay un problema de creatividad en las políticas municipales. ¿Queremos una piscina cubierta o un centro de día para la gente mayor dentro del pueblo? La evidencia nos deja perplejos y no se trata de enjuiciar a nadie, pero no sabemos cómo responder a una situación que está ahí. Yo sólo pretendo con la exposición hacer visible lo que es invisible y que cada fotografía o fotograma provoque la reflexión". Se necesita.   

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