Identifican en el municipio de Tomiño, en Pontevedra, una fortaleza del siglo XVII que refleja la importancia que la Guerra da Restauração tuvo en la frontera gallego-portuguesa, especialmente, en la zona del Baixo Miño, comarca que podría ser uno de los principales frentes bélicos de esta guerra que duró casi 30 años.
El fuerte, que se encuentra en un lugar estratégico de paso entre los complejos fortificados de Amorín y Goián, a poco más de un quilómetro del río Miño, se trata de una estructura fortificada que algunos investigadores consideraron de origen medieval, pero Xurxo Salgado, director del diario Galicia Confidencial, lo consideró un posible fuerte del siglo XVII, hipótesis que confirmó la investigadora Rebeca Blanco-Rotea, quien presentó este miércoles en Tomiño el descubrimiento.
"Tendo en conta o coñecemento existente sobre as campañas de guerra que se desenvolveron nesta zona do Baixo Miño, cremos que posiblemente o xacemento relaciónese coa campaña que tivo lugar con posterioridade da toma de Goián por parte dos portugueses en 1663", asegurou Blanco-Roeta.
Los restos encontrados podrían ser parte de una gran estructura defensiva en la que se pudieron acuartelar en el año 1666 a más de 15.000 soldados. Blanco-Roeta destacó que el yacimiento se encuentra "moi arrasado como consecuencia posiblemente de feitos históricos que teñen que ver coa propia guerra e as actividades de explotación agroforestal do territorio".
"Por isto, é urxente notificalo para iniciar a protección e estudo deste espazo co fin de conservar os escasos restos que se mantiveron no lugar", sentenció.
