GALICIA

Indignación y rabia: “Queremos una solución y nuestras casas”

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photo_camera Una de las vecinas de la zona sufrió un ataque de ansiedad, teniendo que ser atendida por sus compañeros.

Los 300 damnificados muestran su rabia tras una tensa reunión con el Ayuntamiento y la Xunta 

"Yo venía aquí a comentarles que perdí mi casa, y creí que me dirían que no me preocupara que fuera al ayuntamiento y que me lo arreglaban, pero no, resulta que tengo que adelantar dinero para un proyecto, pedir una licencia... Queremos una solución”. Así se dirigía a los representantes municipales de Tui y del Instituto Galego de Vivenda e Solo uno de los cerca de 300 afectados que ayer se dieron cita en el centro social de Guillarei en una reunión para abordar las ayudas tras la catástrofe. No fue el único testimonio en esa línea.

Los innumerables y complejos pasos a seguir para poder optar a las subvenciones y la rehabilitación de sus casas provocaron mucha indignación y rabia y momentos de enorme tensión que obligaron incluso a intervenir a los sanitarios para atender a una de las asistentes, una mujer que lo perdió todo y que tiene a su hija en el hospital con quemaduras.

En la reunión, tanto el alcalde como los responsables de Vivenda explicaron a los vecinos que deben emitir una comunicación previa, solicitar una licencia de obras en cada caso y un proyecto para optar a las subvenciones. “No somos los más ágiles en cuanto a licencias, pero vamos a intentar serlo en este caso”, decía el alcalde de Tui, Carlos Vázquez Padín.

Los responsables allí presente informaron de que las obras se pueden comenzar antes de las inspecciones del técnico municipal sin embargo las soluciones aportadas no gustaron porque “son complicadas y lentas y estamos debajo de un puente”, gritaba un vecino.

Así, pidieron al gobierno municipal la declaración de zona catastrófica y una oficina única para tramitar todas las ayudas.

“Un cabrón nos quitó la casa, él debe pagarla o quien sea yo no soy responsable”, gritó otro afectado, impotente ante las respuestas insatisfactorias de Xunta y Concello.

Las ayudas estipuladas son para las personas que hayan sufrido daños en su vivienda habitual de un total de 109.000 euros, mientras que para la segunda vivienda, 43.000.

Los vecinos solicitaron lonas para cubrir los tejados, que fueron repartidas ayer, así como contenedores para los escombros y una fecha concreta para poder acceder a las viviendas que están precintadas. La falta de una solución inmediata les llevó a organizarse por su cuenta con abogados.

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