La estadística demográfica gallega comienza a presentar datos alentadores, ya que por una parte la influencia de la población emigrantes hace repuntar levemente los índices de natalidad, en tanto que los avances científicos y sociales han hecho ralentizar el ritmo de los fallecimientos, pese a que sigue el envejecimiento de la población gallega. Según el Instituto Galego de Estatística la esperanza de vida está en 84 años para las mujeres y en 76,8 para los varones.
La población gallega registró un leve repunte del 1,27 por ciento entre 2001 y 2006, que se debe a la llegada de inmigrantes, sobre todo procedentes del extranjero, pues durante los últimos años hubo un descenso vegetativo de 8.000 personas. Según un informe del Instituto Galego de Estatística (IGE), aunque el índice de envejecimiento en 2006 alcanzó el valor de 133,5 (es decir, que por cada 100 menores de 20 años hay 133 personas que superan la edad de jubilación), se espera que en próximos años se mitigue este proceso.
Así, el IGE atribuye este cálculo a dos factores, por una parte, por la ligera recuperación de la natalidad hizo que entre 2001 y 2006 aumentase un 19 por ciento la población entre 0 y 4 años; y, por otra, porque las generaciones nacidas durante la Guerra Civil llegaron ya a la edad de jubilación, provocando una reducción del 16 por ciento entre la población de 65 a 69 durante el mismo período.
El porcentaje de extranjeros en esta comunidad es del 2,7 por ciento del total de la población, mientras que en España esta cifra es ya del 9,3 por ciento. Por provincias, en Galicia, la que mayor porcentaje presenta es Ourense (con un 3,6 por ciento) y Pontevedra (con un 3 por ciento).
La nacionalidad foránea más frecuente en Galicia es la portuguesa (13.224 personas), seguida de la colombiana (8.063), la brasileña y la argentina, que se sitúan en una cifra superior a las 6.000 personas. La inmigración es básicamente masculina en el caso de los portugueses y africanos y es especialmente femenina la procedente de América Latina, sobre todo de Colombia y Brasil.
Respecto al valor de los flujos migratorios, el IGE destaca que en 2006 se registraron en la autonomía 22.948 inmigraciones procedentes del extranjero, de la que 16.962 fueron de nacionalidad extranjera, lo que supone un aumento del 21 por ciento respecto al ejercicio anterior.
En cuanto a la procedencia de estas inmigraciones foráneas, son los latinoamericanos el colectivo que mayor crecimiento contabilizó en los últimos años, de manera que en 2006 un 50 por ciento de los extranjeros procede de América Central y del Sur, sobre todo de Brasil (2.546) y Colombia (1.087). Los principales países de origen europeos son Portugal (1.862) y Rumanía (712).
Por otro lado, y en parte debido a los nacimientos de madre extranjera, desde 1999 se detecta una leve recuperación en el número de nacimientos tras la fuerte caída registrada en los 90. La características más importante de la fecundidad en Galicia, y en España en general, es el retraso en el calendario de nacimiento, pues la edad media de la maternidad se situó en los 31,1 años en 2005. Además, los nacimientos de madres no casadas representan ya el 25,6 por ciento del total.
A pesar del envejecimiento de la población gallega, el número de defunciones permanece estable en la última década y lo más relevante es el aumento de la esperanza de vida, que en 2005 alcanzó los 76,8 años para los hombres gallegos y los 84 para las mujeres, lo que implica un incremento desde 1998 de 1,9 años para los varones y de 1,7 para las féminas.
Aunque disminuyeron en un 4 por ciento en términos relativos en 2005 respecto a 2001, las enfermedades del sistema circulatorio siguen siendo la principal causa de muerte en Galicia, sobre todo las relacionadas con el corazón (que representan por sí solas más de 20 por ciento de las muertes producidas en Galicia durante 2005). Los fallecimientos por cáncer supusieron el 27 por ciento.
Así, el IGE atribuye este cálculo a dos factores, por una parte, por la ligera recuperación de la natalidad hizo que entre 2001 y 2006 aumentase un 19 por ciento la población entre 0 y 4 años; y, por otra, porque las generaciones nacidas durante la Guerra Civil llegaron ya a la edad de jubilación, provocando una reducción del 16 por ciento entre la población de 65 a 69 durante el mismo período.
El porcentaje de extranjeros en esta comunidad es del 2,7 por ciento del total de la población, mientras que en España esta cifra es ya del 9,3 por ciento. Por provincias, en Galicia, la que mayor porcentaje presenta es Ourense (con un 3,6 por ciento) y Pontevedra (con un 3 por ciento).
La nacionalidad foránea más frecuente en Galicia es la portuguesa (13.224 personas), seguida de la colombiana (8.063), la brasileña y la argentina, que se sitúan en una cifra superior a las 6.000 personas. La inmigración es básicamente masculina en el caso de los portugueses y africanos y es especialmente femenina la procedente de América Latina, sobre todo de Colombia y Brasil.
Respecto al valor de los flujos migratorios, el IGE destaca que en 2006 se registraron en la autonomía 22.948 inmigraciones procedentes del extranjero, de la que 16.962 fueron de nacionalidad extranjera, lo que supone un aumento del 21 por ciento respecto al ejercicio anterior.
En cuanto a la procedencia de estas inmigraciones foráneas, son los latinoamericanos el colectivo que mayor crecimiento contabilizó en los últimos años, de manera que en 2006 un 50 por ciento de los extranjeros procede de América Central y del Sur, sobre todo de Brasil (2.546) y Colombia (1.087). Los principales países de origen europeos son Portugal (1.862) y Rumanía (712).
Por otro lado, y en parte debido a los nacimientos de madre extranjera, desde 1999 se detecta una leve recuperación en el número de nacimientos tras la fuerte caída registrada en los 90. La características más importante de la fecundidad en Galicia, y en España en general, es el retraso en el calendario de nacimiento, pues la edad media de la maternidad se situó en los 31,1 años en 2005. Además, los nacimientos de madres no casadas representan ya el 25,6 por ciento del total.
A pesar del envejecimiento de la población gallega, el número de defunciones permanece estable en la última década y lo más relevante es el aumento de la esperanza de vida, que en 2005 alcanzó los 76,8 años para los hombres gallegos y los 84 para las mujeres, lo que implica un incremento desde 1998 de 1,9 años para los varones y de 1,7 para las féminas.
Aunque disminuyeron en un 4 por ciento en términos relativos en 2005 respecto a 2001, las enfermedades del sistema circulatorio siguen siendo la principal causa de muerte en Galicia, sobre todo las relacionadas con el corazón (que representan por sí solas más de 20 por ciento de las muertes producidas en Galicia durante 2005). Los fallecimientos por cáncer supusieron el 27 por ciento.
