En una de las fiestas, celebrada en un chalé abandonado, se identificó a 16 jóvenes. Ninguno llevaba mascarilla
La Policía Local de Marín ha tramitado en el último fin de semana 44 denuncias relacionadas con las medidas de protección ante la Covid-19 y ha intervenido tres fiestas privadas, una de ellas de un grupo de 16 jóvenes sin mascarilla en un chalé abandonado.
Según han informado fuentes de la Policía Local, el sábado día 6 por la tarde un vecino denunció que en un chalé abandonado del municipio había una fiesta en la que los jóvenes fumaban y bebían.
Al llegar la patrulla pudo comprobar que en esta reunión participaban al menos 16 personas y que tenían preparadas bebidas y música. Además, no hacían uso de mascarillas de protección.
Una vez disuelta esta reunión no autorizada debido a las restricciones vigentes en toda Galicia para frenar la pandemia de la Covid-19 --entre las que se limitan las reuniones a convivientes-- los agentes propusieron para sanción a los intervinientes.
En ese mismo sábado por la noche, la Policía Municipal recibió otra llamada para denunciar una fiesta ilegal en un piso en el que había "mucho ruido" y "bastantes personas" en el interior. El residente de este inmueble admitió ante los agentes municipales que estaba de celebración con varios amigos no convivientes, pero se negó a clausurarla y asumió las consecuencias por dicha fiesta.
Ya el domingo por la tarde, nuevamente tras requerimiento vecinal, la Policía Local marinense comprobó que ocho jóvenes estaban de botellón en un espacio natural, aunque en este caso al ser requeridos por los agentes desistieron de su actitud, y recogieron, además, los restos y envoltorios de las consumiciones.
Según han informado fuentes de la Policía Local, el sábado día 6 por la tarde un vecino denunció que en un chalé abandonado del municipio había una fiesta en la que los jóvenes fumaban y bebían.
Al llegar la patrulla pudo comprobar que en esta reunión participaban al menos 16 personas y que tenían preparadas bebidas y música. Además, no hacían uso de mascarillas de protección.
Una vez disuelta esta reunión no autorizada debido a las restricciones vigentes en toda Galicia para frenar la pandemia de la Covid-19 --entre las que se limitan las reuniones a convivientes-- los agentes propusieron para sanción a los intervinientes.
En ese mismo sábado por la noche, la Policía Municipal recibió otra llamada para denunciar una fiesta ilegal en un piso en el que había "mucho ruido" y "bastantes personas" en el interior. El residente de este inmueble admitió ante los agentes municipales que estaba de celebración con varios amigos no convivientes, pero se negó a clausurarla y asumió las consecuencias por dicha fiesta.
Ya el domingo por la tarde, nuevamente tras requerimiento vecinal, la Policía Local marinense comprobó que ocho jóvenes estaban de botellón en un espacio natural, aunque en este caso al ser requeridos por los agentes desistieron de su actitud, y recogieron, además, los restos y envoltorios de las consumiciones.
