La Policía Nacional investiga el secuestro de una mujer, de 35 años y vecina de Beade, a manos supuestamente de su madre y de su expareja, natural de Mos, en la tarde del miércoles. Ambos fueron detenidos horas después de que un vecino alertara al 091 sobre las 16,00 horas de que había visto cómo una mujer que caminaba por las cercanías del instituto de Beade era introducida por la fuerza en una furgoneta. El vehículo, decía el alertante, huyó del lugar a toda velocidad.
Mientras las dotaciones policiales se dirigían al lugar, fuentes de Comisaría aseguraron que recibieron varias llamadas asegurando que en una furgoneta que se dirigía al Cuvi iba una mujer pidiendo auxilio a través de la ventanilla trasera. Tras realizar una búsqueda por la zona, un indicativo forestal localizó en una zona boscosa cercana al parque de Beade la furgoneta. Allí, vieron a una joven que huía de un hombre y una mujer que la perseguían. Las mismas fuentes indicaron que la víctima, con la ropa hecha jirones, corrió hacia los policías pidiendo auxilio. Ella afirmó que su ex y su madre la introdujeron en la furgoneta amenazándola con una sierra. Durante el trayecto intentó bajarse del vehículo, pero, dijo, su madre le amenazó con un martillo.
La madre queda en libertad tras negar la versión de su hija
El relato de la joven continuó añadiendo que una vez en el parque forestal sus ‘captores’ la tiraron al suelo y le sustrajeron sus efectos personales.
Ayer, la madre, de 60 años, negaba la versión ofrecida por su hija ante el juzgado de Instrucción 1 de Vigo en funciones de guardia y alegó diversos problemas familiares que podrían explicar lo sucedido. Nada más quedar en libertad, acudió hasta el juzgado de Violencia donde pasó a disposición la expareja, de 37, para ratificar la inocencia de ambos. Él está investigado por un presunto delito de maltrato, mientras que su exsuegra, de detención ilegal. La investigación se mantiene en ambos juzgados para dirimir las circunstancias del suceso y si la víctima podría tener algún tipo de problema, como habrían declarado los detenidos. Así, se solicitarán diversas diligencias para corroborar los hechos. En su relato, ambos habrían manifestado que sólo querían hablar y que ella empezó a gritar y gesticular, sin que hubiera amenazas.
