En torno a medio millar de personas recibieron ayer entre tímidos aplausos a los reyes de España, don Felipe y doña Letizia, en su primera visita oficial a Galicia tras la coronación. En la Praza do Obradoiro, organizados en dos zonas acordonadas a ambos laterales de la fachada de la Catedral, gente de todas las edades y peregrinos, muchos extranjeros, que quisieron hacer coincidir su llegada a Santiago con el Día del Apóstol, pudieron ver en persona a los monarcas.
Así, los actos de la Ofrenda al Apóstol Santiago arrancaron con la llegada de don Felipe y doña Sofía al Obradoiro. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la ministra de Fomento, Ana Pastor, en representación del Gobierno central, los recibieron en la puerta principal del Hostal dos Reis Católicos.
Las autoridades tomaron posición en la plaza compostelana, mientras que las tropas y la banda de música formaron filas y entonaron el Himno de España para recibir a los reyes, que llegaron a las 10,15 horas. A continuación, Felipe VI pasó revista a las tropas, que estaban integradas por miembros de la Brigada Ligera Aerotrasportable (Brilat), que tiene su base en Figueirido, en Pontevedra.
Con posterioridad, los monarcas saludaron a la comitiva civil, que estaba formada por los gobiernos autonómico y local. Posteriormente, la comitiva civil y la eclesiástica entró en procesión en la Catedral para asistir a la Eucaristía, en la que el rey Felipe VI realizó la Ofrenda. Doña Letizia, que repitió un vestido de Felipe Varela de color nude que había utilizado en la boda de Guillermo de Inglaterra, con zapatos a juego con gran tacón, mostró su asombro con el vuelo del 'botafumeiro'.
