El entonces delegado del Gobierno afirma en el juicio que no tenía autoridad ni competencias

De Mesa intenta eludir toda responsabilidad en el 'Prestige'

Arsenio Fernández de Mesa. (Foto: CABALAR)
El exdelegado del Gobierno en Galicia Arsenio Fernández de Mesa eludió ayer cualquier responsabilidad en la gestión de la crisis del petrolero 'Prestige' el 13 de noviembre de 2002, y aseguró que carecía de 'autoritas' y 'potestas' porque las competencias correspondían 'a la autoridad marítima española'. Fernández de Mesa, actualmente director general de la Guardia Civil, declaró como testigo ante el tribunal de la Audiencia de A Coruña que juzga los daños medioambientales causados por el 'Prestige', que provocaron la mayor catástrofe medioambiental de la Historia de España.
'El delegado del Gobierno no dio órdenes absolutamente a nadie', remarcó Fernández de Mesa, quien precisó, además, que 'un profano en la materia' como él 'nada tenía que aportar ni que decir'. Explicó que no asistió a ninguna reunión 'técnica' y que su labor durante esos días se limitó a poner a disposición de las autoridades marítimas los medios disponibles sobre los que tenía competencias.

'Mis únicos interlocutores eran el director general de la Marina Mercante, el subdirector de Tráfico y Seguridad Marítima, el capitán marítimo de A Coruña y la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (Sasemar)', recalcó el exdelegado del Gobierno, que se refirió al 'Prestige' como 'un conjunto de chatarra'. Fernández de Mesa llegó a estar imputado por sus presuntas responsabilidades en la catástrofe medioambiental por el juzgado de Corcubión hasta que en 2003 la Audiencia de A Coruña levantó su imputación y la del entonces capitán marítimo, Ángel del Real.

Fernández de Mesa también se refirió a su labor como portavoz del Gobierno durante los primeros días de la crisis, hasta que fue sustituido en las mismas por Mariano Rajoy, entonces vicepresidente primero en el Ejecutivo de José María Aznar, y aseguró ha que ningún miembro de la Administración trató de minimizar la catástrofe. Al respecto, y a preguntas de un letrado que representa a diversas cofradías de pescadores gallegas, ha apuntado que su intención en las ruedas de prensa que ofreció fue la de 'informar de lo que estaba pasando sin engañar absolutamente a nadie'.


ACUSACIONES

Las declaraciones de Fernández de Mesa sobre su gestión de la crisis contrastan con lo expuesto por el capitán de la empresa de salvamento marítimo Smit Salvage Albert Koffeman, quien la pasada semana aseguró ante el mismo tribunal que el exdelegado del Gobierno era quien 'más insistía' en 'sacar fuera' el 'Prestige'. Koffeman fue el responsable de negociar con las autoridades españolas las diversas alternativas para tratar de salvar el 'Prestige', después de que la armadora del petrolero contratara con este fin a Smit Salvage, una de las empresas más importantes del mundo en el rescate de barcos.

Este testigo había declarado previamente ante un juzgado francés por esta causa y afirmó entonces que le dio la impresión de que De Mesa, a quien se refirió como 'el gobernador', 'era la persona que mandaba'. 'Todo el tiempo decía fuera', señaló ayer Koffeman rememorando los contactos que mantuvo en A Coruña con el exdelegado del Gobierno tras el accidente.

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