Un pueblo y una lengua desaparecen con su último habitante. En época de malas noticias y duelo por los fallecidos durante la pandemia de covid-19,2020 finalizó con un dato esperanzador para la demografía aunque provenga de las cuentas del ejercicio anterior. La población gallega creció en 1.803 personas en 2019 gracias a la migración exterior e interior, y pese al saldo vegetativo negativo, de modo que el total se situó en 2.702.244 habitantes a 1 de enero de 2020. Así se desprende de los datos definitivos del recuento de población que publicó a mediados de diciembre el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En concreto, Galicia registró 15.631 muertes más que nacimientos (saldo vegetativo), pero obtuvo datos positivos tanto en migración exterior (+16.866 personas) como en la interior (+676). De esta forma sumó 1.803 personas más al censo de población, lo que representa un incremento del 0,07%, lejos del 0,84% de aumento que registró la media estatal. De hecho, la población residente en España aumentó en 392.921 personas durante el año 2019 y se situó en 47.329.981 habitantes a 1 de enero de 2020. Con este crecimiento, el más elevado desde 2008 (cuando la población aumentó en 570.333 personas), se superan los 47 millones de habitantes por primera vez en las cifras de población a 1 de enero.
El regreso a los 2,7 millones de habitantes en Galicia es motivo de alegría, pero contenida porque no hay argumentos sólidos que permitan descuidar la crisis demográfica que llevamos años arrastrando ni tampoco relajar los estímulos y medidas previstas. En el mes de septiembre otro estudio del INE alertaba de que Galicia perdería 178.257 habitantes en los próximos 15 años si se mantienen las tendencias demográficas actuales.
Las proyecciones realizadas sitúan en 2.523.980 la población residente en la comunidad gallega a 1 de enero de 2035, cuando en la misma fecha del año 2020 el dato alcanza las 2.702.244 personas. Ello implicaría un descenso del 6,6%.
Esta disminución se concentraría en el saldo vegetativo, el que resulta entre nacimientos y fallecimientos, que sería negativo en 18.856 personas en 2024, en 20.053 en 2029 y en otras 20.324 en 2034. Mientras, con datos positivos (5.116 en 2024, 7.695 en 2029 y 9.629 en 2034) se situaría el saldo migratorio con el extranjero y también el saldo migratorio interautonómico (531, 977 y 1.342, respectivamente).
Frente al retroceso demográfico al que parece condenado Galicia si no se pone remedio, España ganaría casi un millón de habitantes en los tres próximos lustros años y más de tres millones hasta 2070 si se mantuvieran las tendencias demográficas actuales, en un contexto en el que la población de 65 y más años supondría el 26,5% del total 2035, según las proyecciones de población para 2020-2070 realizadas por el INE.
Según estos cálculos, en los 15 próximos años España ganaría 954.497 habitantes (un 2%), hasta superar los 48 millones de personas en 2035. En 2070 la población alcanzaría los 50,6 millones, con un incremento de 3,2 millones de personas.
Vivir más solos
La pérdida de población y el envejecimiento también influirá en nuestra manera de vivir. Un total de 246.561 personas vivirán solas en Galicia en 2035, lo que supone 8.439 más que ahora, según las proyecciones de hogares que publicó a finales de 2020 el Instituto Galego de Estatística (IGE). El número global de hogares disminuirá en los próximos 15 años en 11.715 unidades (-1,1%) hasta quedarse en 1.057.377 en toda Galicia.
No obstante, la evolución de la provincia de Pontevedra será diferente. Allí, habrá un incremento del 2,1% en el periodo 2020-2035, de manera que alcanzará los 368.883.
Respecto a la proyección en función del tamaño del hogar, habrá un aumento del 3,3% en 2035 de las residencias con seis o más personas en 2035. Los de una persona subirán un 3,5% y los de dos individuos, un 4,8%. Por contra, bajarán los de tres, cuatro y cinco personas.
En función de la división del territorio en 20 zonas, el número de hogares aumentará en: área de A Coruña (+5,7%), área de Pontevedra (+5,6%), área de Santiago (+4,5%), Caldas-O Salnés (+3,7%) y área de Vigo (+2,5%). En cambio, el mayor decrecimiento tendrá lugar en las áreas de Lugo oriental (-14,5%), Ourense sur (-13,6%) y O Carballiño-O Ribeiro (-12,2%). La Galicia interior perdería otra vez.
