Después del atropello, lo siguiente que recuerda es "que estaba tirado en el suelo. Fue algo horroroso que no se puede explicar con palabras"
Miguel Alonso es concejal del grupo popular en el Ayuntamiento de Nigrán y desde hace años es un aficionado al ciclismo que no se pierde las salidas que todo los sábados organizaba el grupo de amigos.
En esta ocasión, Miguel se unió al grupo que el pasado sábado se dirigía por la carretera de Baiona-A Guarda hacia Goián, donde tenían previsto cruzar el puente y dirigirse hacia la localidad portuguesa de Vila Nova de Cerveira.
Pero poco después de las diez y media, un todoterreno embistió por atrás al grupo, llevándose por delante también al concejal de Nigrán, que lo último que recuerda es que iba circulando por la izquierda en la segunda fila, fuera del carril bici, cuando "nos arrollaron, pero yo no me di cuenta de lo que pasaba", explica desde la habitación que ocupa en el hospital Povisa, donde se encuentra ingresado recuperándose de las heridas sufridas en el trágico accidente.
Lo siguiente que recuerda es "que estaba tirado en el suelo. Fue algo horroroso que no se puede explicar con palabras". Miguel asegura que desde que se produjo el fatal accidente se ha encontrado "muy arropado por los amigos y la familia", que no le dejan ni a sol ni a sombra. Así, el pasado domingo, pocas horas después del atropello múltiple, recibió la visita de algunos compañeros de partido en Nigrán, que le definieron como una persona "muy fuerte y luchadora, seguro que s recupera pronto".
Una característica de su personalidad que rápidamente queda patente cuando asegura con sentido positivo que "dentro de la gravedad de lo que ha sucedido, no he sido el que ha salido peor parado. Tuve suerte".
