Una figura femenina de cartón-piedra, gigante y de vida alegre que se pasea por Buño, en Malpica (A Coruña), parando en todos los bares y tabernas, antes de su "quema" en una hoguera.
El Carnaval se despide en Galicia y en A Costa da Morte la traca final se reserva para una "reina", la Micaela o Mikaela, una figura femenina de cartón-piedra, gigante y de vida alegre que se pasea por Buño, en Malpica (A Coruña), parando en todos los bares y tabernas, antes de su "quema" en una hoguera.
Es la gran protagonista y, neumática y resuelta, en su calvario por las barras, saluda y vacila al personal que es un primor, pero, aún así, la marea humana que la sigue fallaría si compite con la borrachera más famosa del norte, la juerga de veinticuatro horas de Cibrán, Bocas y Milhomes llevada a la gran pantalla por Ignacio Vilar en la cinta "A Esmorga" que se estrena en Madrid en primavera.
La voluptuosa fémina típica del Entroido tiene, tras la jarana, las horas contadas, pero su existencia no se asemeja nada a la de los tres personajes masculinos, ahora del celuloide, que entran en Ourense en una gran espiral de violencia y alcohol, en un mundo sórdido descrito en la novela más popular y leída de Eduardo Blanco Amor, la cual comparte título con la taquillera película.
La exuberante "Miki", es su diminutivo, va seguida de un séquito de disfraces entre los que no faltan algunos irreverentes, merced a los que optan por grandes penes de plástico, una estampa habitual en la comitiva que inicia la esperada "Ruta de la Diversión" en el establecimiento hostelero 'Canta la Rana', en la Avenida de Xaviña.
El objetivo es uno, que antes de entregar a este personaje al fuego purificador, el jolgorio ha de ser impresionante, y todo para despedir la época de las caretas y los antifaces por todo lo alto, bailando, cantando y bebiendo, para, con estos ingredientes, animar tan singular procesión.
Los habituales cuentan que, salvo causa de fuerza mayor, acuden siempre a esta convocatoria, que se mantiene en el tiempo como un punto de encuentro para todos los vecinos de la comarca pero también para los llegados de otros puntos de Galicia, e incluso del país, que se sienten atraídos por lo que denominan el cachondeo auténtico.
Fuerza y ganas sobran para apurar al máximo esta tradición pagana, y la jornada tarda en concluir, puesto que el "entierro" no marca el fin de fiesta, dado que esta continúa con la verbena, un espectáculo de DJ y el ambiente de los locales que abren hasta bien entrada la madrugada.
El Carnaval de Malpica es de los más curiosos y participativos de A Costa da Morte y la labor que desarrollan empresas y asociaciones permite el mantenimiento de costumbres tan destacadas como la de este sábado, una jornada en la que no faltan los vasos de tubo y tampoco el ritmo de una discoteca móvil.
No en vano, Mikaela, que viaja en tractor, tiene una Asociación de Amigos que no duda en convocar cada año una buena comilona en honor de una "enorme" chica jovial que es artífice de una de las conmemoraciones más auténticas y simpáticas de todas cuantas se celebran en la tierra gallega.
El Padre Añon, el cura laico que siempre sorprende con su original sermón, otorga, tras este vía crucis, la extrema unción a Mikaela, quien termina convirtiéndose en pasto de las llamas, aunque... resucita en 2016.
