Un altar improvisado delante de la casa consistorial de Carral ha servido para hacer un emotivo homenaje a los fallecidos aquel fatídico 5 de septiembre
En torno a un millar de personas ha acudido hoy al último funeral en recuerdo de las siete víctimas mortales del accidente del Rally de A Coruña, poco más de un mes después de la tragedia.
Un altar improvisado delante de la casa consistorial de Carral (A Coruña) ha servido para hacer un emotivo homenaje a los fallecidos aquel fatídico 5 de septiembre cuando un coche arrolló a decenas de espectadores que presenciaban la competición.
Una pareja que esperaba un bebé y una madre y su hija, así como otros dos jóvenes fueron las primeras seis víctimas, a las que se les unió una séptima al día siguiente, una niña que no pudo superar las graves heridas que sufrió.
A la ceremonia, que comenzó a mediodía, han asistido familiares y amigos de los fallecidos, que no han podido ocultar su emoción al rememorar la tragedia.
El Ayuntamiento de Carral ha dispuesto una serie de sillas en el Campo da Feira que se han llenado y han sido muchas las personas que han optado por seguir la eucaristía de pie y mostrar así sus respetos a los homenajeados.
Han oficiado la ceremonia tres sacerdotes de Carral -de las parroquias de Paleo, Barcia y Tabeaio- y otros dos de Cambre -de las parroquias de Anceis y Cambre-, que son los mismos que en su día se ocuparon de los oficios de cada fallecido y han estado acompañados por el vicario general.
Durante la misa han ofrecido consuelo a los familiares de las víctimas, han hablado acerca de la muerte y han comentado lo que ocurrió aquella tarde de septiembre.
Los actos se celebraron en un día nublado con algo de viento en que la lluvia ha empezado a caer pocos minutos después del fin de la misa cantada, en la que un coro ha subrayado la emoción de una ceremonia que ha contado con la presencia de los alcaldes de las localidades y responsables de las policías locales y Guardia Civil.
El regidor de Carral, José Luis Fernández Mouriño, destacó esta semana, en declaraciones a EFE, que aunque ya ha pasado un mes desde la tragedia, todos los vecinos siguen sintiéndose "tristes", aunque "la vida sigue" y deben seguir "adelante".
Desde el consistorio permanecen en contacto con las familias, para atenderlas en lo que necesiten, porque son "las que más echan de menos a sus seres queridos".
Por ello han organizado este funeral, que es "lo último" que se puede "hacer" en su memoria y en apoyo a los familiares de estas siete víctimas mortales de la tragedia para "mostrarles apoyo moral".
En aquel accidente hubo otros quince heridos que necesitaron ser hospitalizados, aunque ya fueron dados de alta, mientras que otros fueron atendidos en el lugar de los hechos y no necesitaron asistencia médica ulterior.
El juzgado de instrucción número ocho de A Coruña instruye la causa de este accidente pero, por el momento, no han trascendido novedades sobre la misma.
Prevé el juez tomar declaración a las personas implicadas cuando tenga datos suficientes para ello y así esclarecer si existió algún tipo de responsabilidad penal en un suceso que conmocionó a la comarca.
