"El derrumbe nada tuvo que ver con el concierto", dice el director del festival tras el informe del perito que apunta a la corrosión
El informe pericial encargado por el Juzgado que instruye el caso del Marisquiño ha concluido lo mismo que ya anunciaban los estudios realizado por la Policía y también la primera impresión de la Autoridad Portuaria: que el paseo se vino abajo porque se encontraba en mal estado debido a la corrosión por la acción continuada del mar sobre el muelle, construido hace ya 40 años, y que en condiciones normales podría soportar sin problemas el peso de los cientos de jóvenes que se encontraban en agosto de 2018 sobre el paseo que se vino abajo durante el cierre del festival.
El informe, en cambio, no aclara porque es competencia del juez de Instrucción 3, a quién le toca mantener la estructura y por tanto habría sido responsable de que estuviera en condiciones adecuadas. Es la clave de todo.
El Concello considera que se trata de un muelle de titularidad de la Autoridad Portuaria mientras que esta institución considera que es un paseo incluido en Abrir Vigo al Mar y por tanto, de cuidado municipal, como el resto. Ayer mismo, el presidente e la Autoridad Portuaria de Vigo, Enrique López Veiga, que ya tiene el informe judicial en su mano, se ratificó en su posición “la misma que sostuvimos en la comisión de investigación del Parlamento de Galicia”, dijo, sin añadir nada más. El Puerto también ha realizado por su cuenta un estudio con catas para conocer el estado de toda la superficie que no se vino abajo y tener sus propias conclusiones de cara al pleito judicial, que todavía está en fase incicpiente.
Mucho más feliz estaba ayer el director del Marisquiño, Joako Ezpeleta, convencido de que el informe judicial les daba una satisfacción y, en principio y a la espera de lo que acuerde la instructora, les dejaba fuera de responsabilidades.
Entre otras consideraciones expresas, el perito judicial apunta a que al oxidarse por la corrosión continua del mar, la estructura -que siempre denomina muelle, lo que beneficia en principio a Conclelo- pierde protección al reducir su capa de acero, lo que afecta a los paneles prefabricados pretensados.
En cuanto al peso, considera el informe que en condiciones normales, la superficie del muelle podría soportar 500 kilos por metro cuadrado en tanto que la carga media de espectadores durante el concierto podría cuantificarse en 250 kilos por metro, muy por debajo del valor de referencia de sobrecarga, concluyendo que en ningún caso puede ser considerada como un uso de carga abusivo. Por último, destaca que la transformación en paseo en Abrir Vigo al Mar no sólo no deterioró la estructura del muelle sino que supuso una minoración en la sobrecarga de uso a la que se estaba sometida la estructura.
