La tradicional romería de Santa Marta de Ribarteme, en Pontevedra, vivió su año más polémico. Por un lado, porque se celebró sin la tradicional procesión de ataúdes abiertos debido a la situación sanitaria. Por el otro, por la batalla que mantienen Iglesia y feligreses por la colocación de la figura de la santa en el interior del templo. Un cambio decidido por el párroco local que no sentó nada bien a los vecinos, que no dudan en manifestarse pancartas en mano en el exterior de la iglesia.
La imagen pasó de estar en el altar central a ver las misas desde un muro lateral. Los feligreses clamaron contra esa decisión y no entienden las razones del cambio. El cura se defiende y otorga a San José el lugar principal por ser el patrón de la parroquia.
La protesta vecinal se celebró también durante el día grande y la tensión se dejó ver. Incluso un equipo de la Televisión de Galicia sufrió el zarandeó de los feligreses mientras estaban realizando su trabajo. Una jornada de todo menos festiva en esta parroquia de As Neves, que no pudo celebrar con normalidad su romería.
