La naviera del 'Prestige' acusa a España agravar la catástrofe

La naviera Mare Shipping, propietaria del 'Prestige', reiteró ayer sus acusaciones contra las autoridades marítimas españolas por 'agravar' las consecuencias del accidente que sufrió el petrolero frente al litoral gallego en noviembre de 2002 hasta convertirlo en una 'catástrofe'. La letrada que representa a la propietaria del buque, María José Rodríguez Docampo, presentó sus conclusiones definitivas ante el tribunal de la Audiencia de A Coruña que juzga los daños por la mayor catástrofe medioambiental de la historia de España.
La abogada responsabilizó al ex director general de la Marina Mercante José Luis López Sors de las enormes dimensiones que alcanzó el siniestro, que afectó a más de 1.700 kilómetros de costa, desde Portugal a Francia, y le acusó de incurrir en un delito de 'imprudencia grave'. La letrada de Mare Shipping afirmó que López Sors tomó decisiones 'negligentes' que condujeron al 'agravamiento' de los daños y contribuyeron a la 'ruina progresiva' del barco. Agregó que la única opción que 'barajó' fue la de alejar el barco de la costa, y advirtió de que esta 'consigna' se mantuvo en contra de la opinión de numerosos expertos.

'El rumbo noroeste que se ordenó para el buque, el peor de los posibles, era una simple huida a ningún lugar', resaltó la letrada, que rebatió de forma pormenorizada los informes periciales que consideran que la causa del accidente fueron las irregularidades del petrolero.

Rodríguez Docampo manifestó que el 'rumbo suicida' fue el que 'empeoró los daños estructurales'. Además, insistió en que durante los seis días -del 13 al 19 de noviembre- en los que el buque navegó con rumbo 'errático' frente al litoral gallego se perdieron varias ocasiones de darle abrigo.

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