El presidente de la Xunta y candidato del PPdeG a la reelección, Alberto Núñez Feijóo, proclamó ayer en Lugo, en un escenario en el que de cara al próximo domingo cobra importancia el papel de los indecisos, que no renuncia a 'ningún voto' y ha pedido a los 'decepcionados' con PSdeG y BNG que le apoyen en las urnas el próximo domingo, antes de prometer que gobernará 'para todos'. 'También para los que me insultaron', ha garantizado.
En un mitin 'histórico' en la ciudad -en palabras del propio candidato- por la multitud de asistentes, con más de 2.500 militantes y simpatizantes reunidos en el Palacio de Ferias y Exposiciones, Núñez Feijóo se mostró convencido de que 'la llave segura para blindar a la mayoría absoluta está en Lugo' y ha enfocado su mensaje a intentar movilizar la participación electoral, al tiempo que ha pedido a los suyos que no renuncien 'a ningún voto'.
'No renunciemos a ningún voto, por encima de las ideologías y de los partidos', ha llamado el aspirante popular, antes de alegar que 'por encima de los votos está Galicia'. Al tiempo, ha ofrecido a los 'decepcionados' por la actitud de socialistas y nacionalistas o con lo que, en su día, hizo el bipartito, así como a los desencantados con los políticos la alternativa del PP para 'superar la crisis' y empezar a crecer. Ante los suyos, que le interrumpieron en varias ocasiones a gritos de 'presidente, presidente', el líder popular ha pedido permiso para 'hablar para los que no van a sus mítines, para los que no confían en la política o la ven con escepticismo' y también para los gallegos que 'antes votaron a la izquierda y al nacionalismo'.
ROTA Y DIVIDIDA'
A todos ellos quiero decirles que si el domingo tenemos la fuerza de los votos gobernaremos para ellos', ha proclamado. Enfrente a los populares, Feijóo ha situado a una oposición 'rota y dividida, que necesita enmendarse y que sólo buscará el acuerdo si hay poder a cambio', marcada por las 'peleas internas' en caso de los socialistas y por las escisiones nacionalistas. Así, Núñez Feijóo ha advertido de que 'no es posible que se entiendan los que pegaron, los que discutieron o los que se fueron' y ha garantizado que su 'coalición' será con los gallegos, a los 'únicos' que se debe.
En su intervención, el candidato del PPdeG contrapuso la 'bonanza' en la que gobernó el bipartito con los últimos cuatro años de 'vacas flacas' 'No es tiempo de un gobierno de confrontación -que atribuyó a la oposición-, es tiempo de un gobierno de concentración', dijo, antes de proclamar que Galicia 'no es una moneda de cambio para socialistas y nacionalistas', sino 'un país libre'.
'No renunciemos a ningún voto, por encima de las ideologías y de los partidos', ha llamado el aspirante popular, antes de alegar que 'por encima de los votos está Galicia'. Al tiempo, ha ofrecido a los 'decepcionados' por la actitud de socialistas y nacionalistas o con lo que, en su día, hizo el bipartito, así como a los desencantados con los políticos la alternativa del PP para 'superar la crisis' y empezar a crecer. Ante los suyos, que le interrumpieron en varias ocasiones a gritos de 'presidente, presidente', el líder popular ha pedido permiso para 'hablar para los que no van a sus mítines, para los que no confían en la política o la ven con escepticismo' y también para los gallegos que 'antes votaron a la izquierda y al nacionalismo'.
ROTA Y DIVIDIDA'
A todos ellos quiero decirles que si el domingo tenemos la fuerza de los votos gobernaremos para ellos', ha proclamado. Enfrente a los populares, Feijóo ha situado a una oposición 'rota y dividida, que necesita enmendarse y que sólo buscará el acuerdo si hay poder a cambio', marcada por las 'peleas internas' en caso de los socialistas y por las escisiones nacionalistas. Así, Núñez Feijóo ha advertido de que 'no es posible que se entiendan los que pegaron, los que discutieron o los que se fueron' y ha garantizado que su 'coalición' será con los gallegos, a los 'únicos' que se debe.
En su intervención, el candidato del PPdeG contrapuso la 'bonanza' en la que gobernó el bipartito con los últimos cuatro años de 'vacas flacas' 'No es tiempo de un gobierno de confrontación -que atribuyó a la oposición-, es tiempo de un gobierno de concentración', dijo, antes de proclamar que Galicia 'no es una moneda de cambio para socialistas y nacionalistas', sino 'un país libre'.
