ENTREVISTA

Corina Porro: "Es mi obligación como presidenta del CES no casarme nunca con nadie"

Corina Porro, en Ares, su lugar de veraneo.
photo_camera Corina Porro, en Ares, su lugar de veraneo.

Corina Porro, presidenta del Consello Económico y Social, espera en el paseo marítimo de Ares con sus tres nietos. Han pasado 20 años desde su llegada a la políca y ha pisado moquetas del poder que parecían reservadas sólo a hombres.

Corina Porro, presidenta del Consello Económico y Social, espera en el paseo marítimo de Ares con sus tres nietos. Ferrolana de nacimiento, viguesa de corazón, cada mes de agosto regresa a pasar unos días en su tierra. Ha estado en primera línea política desde que Manuel Pérez, alcalde del PP en Vigo, le pidió a esta técnico en Auxiliar de Enfermería que aceptase ser concelleira en 1995. Han pasado 20 años y ha pisado moquetas del poder que parecían reservadas sólo a hombres. Fue vicepresidenta de la Diputación de Pontevedra, la tercera conselleira de la Xunta después de María Jesús Sainz con Fernández Albor y Manuela López Besteiro; la primera alcaldesa de una gran ciudad de Galicia entre 2003 y 2007; presidenta de la Autoridad Portuaria de Vigo entre 2009 y 2011, y ahora preside el Consello Económico y Social de Galicia (CES). También fue parlamentaria gallega y senadora. "Y ahora también abuela", añade una mujer con una capacidad sorprendente para empatizar con la gente. 

Le va la “marcha". 

Las etapas han sido muy distintas. A mí me gusta la gestión, que es donde puedo dar más. Me gusta más la gestión que la vida parlamentaria, aunque no quiere decir que mi paso no haya sido intenso ni muy útil tanto por el Senado como por el Parlamento de Galicia. Era una época en la que estábamos muy pocas mujeres. Fueron momentos de la historia de Galicia  muy importantes por el papel que comenzó a jugar la mujer en cargos de responsabilidad. No quiero usar frases tópicas de techos de cristal o cosas así, pero no cabe duda que había muchos ojos puestos en las que estábamos innovando en ese momento. 

¿Ha percibido el avance?

Totalmente. No tiene nada que ver. Ahora una mujer en política se ve con normalidad. Lo raro son escenas en las que sólo hay hombres. A mí me tocó estar en un consejo  de treinta y tantas personas y era la única mujer. Fui la primera alcaldesa de una gran ciudad, después de muchos años tenemos a la segunda en Lugo. 

Ya me había dicho hace años que lo que le gusta es la gestión, ¿se aburre en el CES elaborando informes, dictámenes, memorias...?

No, para nada. El CES es muy interesante. Me considero abierta, una mujer de diálogo, incluso de confrontación, pero de sumar, nunca de restar. Creo que el CES tiene el gran valor de estar formado por la sociedad civil y hoy más que nunca tendrían que ponerse en valor instituciones como ésta. 

El BNG pidió la supresión, AGE que se abra más a la sociedad y tanto PSOE como PP lo ven necesario. Explique para qué sirve.

El CES sirve para algo y para mucho siempre y cuando sea escuchado. El trabajo que hacemos es importantísimo, pero necesita como receptor a la sociedad en general, no sólo a un gobierno como a veces se orienta. Le pongo un ejemplo con el que me refiero a todos los partidos políticos. Se hizo un estudio de Vigo y su área de influencia que fue consensuado y votado por todos los agentes sociales, representantes de las tres universidades, cofradías, empresarios, sindicatos... Toda la sociedad civil. Pienso que tenían ahí un programa electoral magnífico. Somos un poco torpes si no utilizamos estas herramientas porque es un fruto del consenso y del diálogo. Son datos y conclusiones consensuadas por todas y tendrían que ser como un catecismo para cualquier persona con responsabilidad social, empresarial o política. En la memoria sobre a situación social e económica de Galicia las conclusiones se hacen con datos reales y unas cosas te gustan más y otras menos, pero están votadas por todos los representantes.

En la última memoria le tiró de las orejas a la Xunta por no enviarle los datos de la pobreza, ¿quiere decir que no se casa con nadie?

Es mi obligación no casarme nunca con nadie. 

¿Sabe si la reprimenda sentó bien al Gobierno gallego?

Fue un asunto puntual porque existe una colaboración magnífica. Es un tema en el que no voy a entrar ya que la memoria es tan importante como para que se quede en una anécdota. Se disculparon y tampoco hay que ahondar más. Como presidenta del CES tengo que hacerlo respetar y se respeta cuando se nos facilitan los datos que pedimos y se tiene en cuenta el trabajo que realizamos. No quiere decir que la memoria nos guste a todos al ciento por ciento, pero en una democracia no se avanza con enfrentamiento, hay que saber ceder para llegar a un punto de encuentro. El CES lo demuestra, porque casi todo lo sacamos por consenso, y eso es un gran valor. 

¿Nota sensibilidad en la Xunta hacia sus dictámenes?

Sí, sí. He de decir que muchas consellerías han tenido en consideración la opinión del CES antes de aprobar el texto en el Consello de la Xunta que después se lleva al Parlamento. Es de agradecer porque somos un órgano consultivo y no tenemos carácter vinculante.  

A usted le criticaron que cobra más que el presidente de la Xunta. ¿Se siente bien pagada?

Yo me siento bien pagada pero eso es mentira. Es falso. En el anteproyecto de ley de hace dos años hubo un error a la hora de presentar los presupuestos por parte de la consellería correspondiente. Eso no quiere decir que a mí me pagasen más, fue un error. Yo no tenía ni arte ni parte. 

Que Facenda le atribuyó 70.000 y son 60.000...

Pues sí. 

¿Hubo alguna posibilidad que usted fuese candidata a la presidenta de la Xunta cuando se planteó la sucesión de Fraga?

Yo estaba en Vigo y no jugué a nada ni se me pasó por la mente. Estaba entregada a mi tarea como alcaldesa. 

¿Le llegó el rumor de que al ‘`patrón' le gustaba su carácter?

No sé si le gustaba o no le gustaba, lo que sé es que a mí no me llegó nada. 

Fue alcaldesa de Vigo, en el 2011 se quedó a 2.800 votos de la mayoría absoluta y se apartó.  ¿Por qué?

La última vez que me presenté y después no continué había pasado por un momento personal muy duro. Incluso me planteé no hacerlo. Soy muy fuerte, pero hay que tener ese periodo de duelo. No lo pasé, me metí en la vorágine desde el día siguiente, hice lo que me pidieron, me presenté, tuve 13 concejales a punto de 14 y después necesité tiempo. Feijóo me habló de que iba a haber un cambio en el CES y me dijo que daba el perfil de persona dialogante. Pero yo no sabía ni que ese puesto iba a quedar libre. 

Usted definió a Abel Caballero como “mi, me conmigo". ¿Qué hizo bien para conseguir esta vez la mayoría absoluta?

Ya le dije antes de comenzar que no puedo meterme en temas que sean susceptibles de ponerme de una parte o de otra porque es mi obligación y mi responsabilidad como presidenta del CES.  Espero que esto aparezca en alguna parte de la entrevista. A mí me gusta hacer bien el trabajo que me toca, pero como es algo positivo le voy a contestar. Creo que es una persona trabajadora, estuvo todo el día en la calle, en contacto personal y, sinceramente, eso le ha dado unos resultados espectaculares. 

Aunque no quiere pisar charcos, ¿cree que Feijóo se equivocó con la elección de la candidata o con los tiempos?

No debo entrar en esas valoraciones. No puedo ni debo ni quiero (Se ríe). 

¿Qué le dice la gente en Vigo por la calle? Usted era una buena cazadora de votos...

Ahí están los resultados de la última vez y no estaba yo en plena forma. A mí me quieren. Yo le di la enhorabuena a Abel por el resultado espectacular y él me dijo: "Corina, a ti en la calle y en Vigo te quieren mucho". Eso se agradece. Me quieren y me respetan tanto los que me votaron como los que no. En política no se está para toda la vida o aspirando siempre al mismo puesto. Llevo a Vigo en mi alma y en mi corazón, quiero que a mi ciudad le vaya bien y con el cariño de la gente para mí es misión cumplida.

Ya que habla de misión cumplida, ¿será este su último servicio a la política o podría volver a ir en una lista?

Ahora estoy de presidenta del CES y no se me ocurre pensar en otra cosa. Vivo mucho el presente. 

"PLANTÉ TOMATES Y A VECES TENGO LAS MANOS NEGRAS DE SACHAR"

Estuvo en el Senado en dos ocasiones e incluso le cedió su silla para encontrar un acomodo a Manuel Fraga tras perder la Xunta. ¿Cree que es una institución prescindible?

(Se lo piensa) Quizá sí, tal y como está ahora. Si queremos seguir teniendo un Senado hay que cambiar las cosas para que sea una verdadera cámara de representación territorial.

Usted fue alcaldesa por una moción a Ventura Pérez Mariño...

Me encanta aclarar que yo no fui alcaldesa por una moción de censura como hasta a veces dicen los propios del PP. Fue una moción de confianza del propio Ventura Pérez Mariño. Ni el nacionalista Lois Pérez Castrillo ni yo tuvimos arte ni parte. Sucedió que yo estaba al frente de la lista más votada y cuando pierdes una moción de confianza, que la plantea el propio alcalde porque si la gana los presu- puestos quedan automáticamente aprobados, por ley pasa a gobernar la lista más votada. Ventura rompe con el Bloque, no le aprueban los presupuestos, pierde la moción y yo entro en la Alcaldía.

Pero hubo sintonía con el BNG.

Si se refiere a que llegué a entendimientos con el Bloque durante el tiempo que fui alcaldesa, digo que sí, pero nada tiene que ver a cómo llegué a la Alcaldía.

Apunto el matiz, ¿pero por qué parece que el PP ahora no puede llegar a acuerdos con nadie?

A lo mejor las personas cambiaron. En aquel momento en el BNG había gente muy interesante. Yo goberné en minoría, pero aunque lo hubiese hecho con mayoría absoluta mi actitud hubiese sido siempre de diálogo y la de intentar llegar a acuerdos. Es clave. Si para avanzar cien metros tú tienes que ceder diez, cedes diez,que no pasa nada porque has avanzado 90. Si no lo haces, te quedas enquistado. A mí no me votaron, salvo en una ocasión, los presupuestos, como le hicieron a Abel el Bloque o el PP, pero hicimos una gestión espectacular. Y no fueron sólo temas ornamentales en la ciudad. Se hicieron muchas como las últimas viviendas de protección oficial; la ampliación del Ifevi que hace que hoy pueda seguir celebrándose la feria Conxemar; los primeros cam- bios de una ciudad humanizada; la Escuela de Arte Dramático; la primera firma para este Hospital; la recuperación del Casco Vello. Esa recuperación se inició con el PP en la Alcaldía, pero tampoco me gusta profundizar, sólo decir que había un intento de que prevaleciese el interés general por encima de otras cuestiones.

Se lo comentaba para saber qué le parece Albert Rivera para dialogar después de las ge-rnerales, porque parece que la mayoría absoluta de Rajoy está complicada...

El diálogo siempre tiene que estar encima de la mesa. Se gobierne con minoría o mayoría hay que intentar siempre acercar posturas. 

¿Albert Rivera o Pedro Sánchez?

Yo no puedo pronunciarme.

Puede decir si uno le parece más guapo que otro.

(Se ríe) Uno me parece más guapo y con el otro quizá me entendería mucho mejor.

¿A Pablo Iglesias le recomendaría un corte de pelo?

No, no, cada uno es muy libre de llevarlo como quiera.

Algunas voces del PP advier- ten del peligro de que con Pablo Iglesias, como en Grecia...

(Interrumpe) Ahora mismo no estoy representando a ningún partido político.

¿Cree que Gómez Besteiro será el candidato de los socialistas a la Xunta?

Todo dependerá de cómo evolucionen sus problemas. En términos generales creo que la transparencia, las explicaciones, la honestidad y la honradez son la bandera de cualquier persona que se dedique a la política, pero también pienso que no se puede judicializar cualquier actuación política o utilizar los juzgados cuando quieres meterle un dedo en el ojo al otro partido.

¿Le ve futuro a las Mareas o piensa que es un descontento pasajero?

Las Mareas tienen un presente. Están gobernando en tres ciudades. No puedo entrar en valoraciones, aunque se puede intuir dónde estoy.

Esto sí me lo podrá contestar, ya que es de su partido.

Yo soy militante de base sin ejercer.

¿Será Feijóo el candidato del PP a la Xunta o es de las que lo ve carrera en Madrid?

A Feijóo le veo carrera donde lo lleven o en donde quiera ir. Es de los políticos más importantes que tenemos en España. Es una persona a la que admiro, lo tiene todo.

¿Recibiría a Rodrigo Rato en su despacho en caso de que fuese ministra del Interior?

No voy a hacer valoraciones en las que se puedan extraer conclusiones a favor o en contra de un partido. Quiero ser respetuosa con el cargo que tengo.

¿Cómo ve las elecciones catalanas?

Con preocupación, como cualquier persona que sienta a España como una gran nación. Lo digo como una ciudadana que vivió en Barcelona durante años y quiere a Cataluña. Todo político tiene que saber el lugar que ocupa y respetar las reglas del juego.

Me dijo hace un tiempo que le gustaba sachar, ¿estaba de broma?

No, yo planté tomates. Muchas veces tengo las manos negras de sachar, cuido mi jardín. La naturaleza es mi gran pasión.

¿El futuro de Galicia está en la tierra?

En la tierra y en el mar. 

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