El diputado autonómico del PP Alfonso Rueda ofreció ayer a BNG y PSdeG “un pacto de país” para resolver los problemas de Galicia tras haber recibido la confianza de la Cámara autonómica, con los votos del PP, para ser presidente de la Xunta, cargo del que tomará posesión el próximo sábado. Quien será el sexto presidente autonómico de Galicia no recibió el apoyo de los grupos de la oposición, cuyos portavoces, Ana Pontón (BNG) y Luís Álvarez (PSdeG), defendieron su alternativa a Rueda, en quien ven “o pasado” por su pertenencia a todos los gobiernos de Núñez Feijóo desde 2009. Rueda sí recibió el voto a favor del todavía presidente de la Xunta en funciones, que renunciará al acta en los próximos días y será designado senador por la Cámara autonómica; pero no el del portavoz parlamentario, Pedro Puy, que se ausentó de la sesión por una indisposición y fue trasladado al hospital.
"Enrocada no no"
Durante la segunda sesión del debate de investidura, Rueda defendió el programa presentado el martes y lamentó no haber sido capaz de convencer a los grupos de la oposición, a la que ve “enrocada no no” y a la que, en función de sus intervenciones, dijo que “sobráballes a sesión de investidura”.
El ya presidente electo insistió en ofrecer a BNG y PSdeG “un pacto de país para falar con seriedade dos problemas que temos” y que su partido “non nega”, si bien advirtió de que no va a permitir “un acoso e derribo” a las instituciones y prometió “continuidade” con las políticas de Núñez Feijóo.
En su intervención, a la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, le pidió “un poco de humildade” por presentarse como “alternativa” y como “o novo”, ya que el único candidato en esta investidura es él y su partido, el PP, que obtuvo más del doble de porcentaje de votos en las elecciones de 2020, por lo que le recomendó que rebaje su “triunfalismo”. A Pontón le criticó, además, que insista “en proyectos y fórmulas que no van a ninguna parte”, como la tarifa eléctrica gallega, “que nunca concreta”, o el concierto económico, “que perjudicaría a Galicia según todos los expertos”, defendió, “e que soio existe a súa investidura dos mundos de Yupi”.
Al portavoz del PSdeG, Luís Álvarez, le ofreció la mano tendida para llegar a acuerdos pero lamentó “os líos internos” de su formación entre distintos “líderes” que hacen difícil saber cuál es la postura socialista en muchos temas. “Fai falla mapa e cantimplora” para moverse por la estructura interna y el liderazgo del PSdeG, señaló Rueda.
“Vostedes non entenden absolutamente nada. Non sei cáles se creen que son as prioridades da xente”, les espetó a los portavoces de BNG y PSdeG, a quienes les reiteró que las políticas que ellos proponen no las quiere para Galicia “nin de broma”.
"O pasado"
Tanto Pontón como Álvarez rechazaron completamente la intervención de Rueda, en quien ven “o pasado”, y le reprocharon que su discurso y su proyecto no solo no generan ilusión y confianza, sino que apuntan a seguir en una Galicia “máis pequena, peor da que había cando chegaron e á contra” de políticas de progreso, coincidieron. Frente a esta visión de la comunidad, la líder nacionalista desgranó su alternativa, para la que está convencida de que ha empezado “a conta atrás” y que será inevitable, en su opinión, en cuanto los gallegos sean llamados a las urnas.
También Álvarez incidió en las críticas a las políticas del PP desde 2009 y a Rueda, ante quienes reivindicó la alternativa socialista para liderar el gobierno de una Galicia “activada e en marcha, que recupere a ilusión e o dinamismo, que supere os complexos do PP”.
Quienes sí apoyaron a Rueda fueron primero Pedro Puy, que dijo que “calquera alternativa ao programa do candidato é máis ilusoria que ilusionante”, y posteriormente Miguel Tellado, quien señaló que “hai proxecto, hai balance de xestión e despois de escoitar a Alfonso Rueda podemos decir que hai presidente”.
