Al igual que hicieron las tres anteriores en sus declaraciones, coincidieron en señalar que ambas habían respondido a un anuncio en una web. Tras acudir al domicilio, el matrimonio les atendía y luego él aseguraba ser médico para someterlas a una exploración vaginal, en las que les realizaba diversos tocamientos, en ocasiones delante de la mujer, que llegaba a desnudarse con la excusa de dar confianza a las chicas.
Estas dos mujeres fueron localizadas gracias a la documentación encontrada por la Policía en el propio piso del matrimonio. Allí se encontraron los consentimientos firmados de las asistentas que acudieron a entrevistas. Las de ayer, no habrían llegado a aceptar el trabajo tras el extraño “examen médico” que tenía lugar en el sofá del salón. Las dos declararon por videoconferencia desde el sur de España, donde se encuentran en la actualidad.
Con estas dos últimas ya son siete las mujeres que habrían prestado su testimonio. Dos de ellas permanecen como testigos protegidos, ya que una interpuso la denuncia tras huir de la vivienda y la otra llegó a trabajar tiempo allí.