Las campañas electorales tienen similitudes con la adolescencia, cuando llega parece que no puede haber nada más importante, pero con distancia temporal el personal se alegra de haberla superado, sobre todo si no se ha cometido un error de consecuencias irreparables. Una campaña sin patinazos notables no es un mal balance para llegar a la jornada de reflexión, ya que al menos no se habrá espantado a los convencidos y la mayor parte de los indecisos dicen serlo para no cacarear su orientación política. El partido del "no te signifiques" continúa teniendo muchos seguidores.
La reflexión viene a cuento por dos chavales que lanzaban ayer a canasta en el campo da festa de Arteixo, recinto a resguardo de la lluvia donde el viernes mitineó el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero para darle brío a la candidatura de Gonzalo Caballero. A uno le faltan unos meses para tener derecho a voto, el otro ya puede hacerlo pero no votará "hasta que haya un partido bueno". El mozo tendrá que acabar presentándose o cada domingo de jornada electoral continuará practicando el tiro porque lo que es bueno para una sensibilidad no lo es tanto para la opuesta y el cesto de candidaturas ya es variado.
El viernes fue el día del abrazo de los ex... "Uff, qué escalofrío", comenta la conviviente al leer la frase de pasada y sin esperar la continuación del texto mientras se despide para aprovechar la playa. Depende de que expresidente se trate –aunque un presidente lo es para toda la vida y el ex estaría demás–, porque no es lo mismo que acudan Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero a respaldar a los candidatos de sus respectivas formaciones a que lo hagan José María Aznar y Felipe González, para los cuales el mundo comentó a despeñarse justo en el momento que tuvieron que abandonar la Moncloa. Con sus aciertos y errores, unos despiertan simpatía e intentan echar una mano desde el pasado para conquistar el futuro y los otros ponen la zancadilla cuando no encuentran obediencia.
"No creo que Feijóo saque mayoría absoluta, la gente está quemada", dice un asistente al acto de Arteixo
A los jóvenes que tiran a canasta en Arteixo el acto de Zapatero les chafó los planes. "Nosotros nunca venimos por la tarde, pero por la mañana comenzaron a colocar las sillas y nos fastidió la pachanga", comentan sin dejar de botar la pelota. Al menos saben que hubo mitin, porque una mujer y un hombre que pasan camino del supermercado ponen cara de indecisos cuando se les pregunta si han asistido al acto. "Pero se celebró ahí", gritan cuando el periodista se dirige ya a cotillear a un bar en los aledaños que tiene un cartel en el ventanal anunciando el mitin y eso que Arteixo es la villa más grande de Galicia en la que gobierna el PP. Con 33.000 habitantes, el efecto sede de Inditex garantiza que siga sumando población. El crecimiento acelerado ha estropeado la estética del núcleo urbano, pero los arenales del municipio son imponentes.
En el bar sólo hay que mencionar a Zapatero para que la camarera y dos parejas faciliten el parte. "Hubo gente en el mitin, pero pudo haber más. La gente está muy quemada. Había simpatizantes y curiosos que se acercaron por el morbo de ver a Zapatero. El tío estuvo bien, se conserva en forma y está más joven que en la tele", comentan. "Nos dieron una mascarilla al entrar y también una tacita". La camarera asiente: "Sí, yo no pude ir pero me trajeron una de recuerdo".
"Los que fuimos al acto de Rajoy ya estábamos convencidos de antemano", comenta un simpatizante en Padrón
De Arteixo a Padrón
En el coloquio durante el tiempo de un café coinciden en que el alcalde popular lo está haciendo bien y cada proceso electoral es distinto. "Yo no creo que Feijóo vaya a sacar mayoría absoluta, reparto alimentos con una ONG y sé lo que pasa en muchas casas". No todos comparten la opinión, pero sí la intención de ir a votar. "Muchas gracias, buen viaje", suelta la camarera para despedirse imitando la voz de las gasolineras.
El viaje lleva hasta Padrón. En el jardín botánico y artístico mitineó Mariano Rajoy para un centenar de incondicionales. En esta campaña la escoba no está encontrando migas que indiquen que el día anterior se celebró un acto electoral. "¿Aquí y en vacaciones? Muy trabajador se ha vuelto Rajoy", contesta al preguntarle una mujer que pasa a primera hora de la tarde por el recinto. En la biblioteca de la Sociedad Cultural Padronesa dos hombres dormitan delante del periódico con la mascarilla puesta. "El mitin estuvo bien y hubo bastante gente, aunque los que fuimos ya estábamos convencidos", resumen el evento. "Claro que jugaba en casa porque aquí estuvo de registrador de la propiedad durante un año antes de irse al Parlamento". Rajoy por un lado y Feijóo encadenando actos al estilo de la campaña de 2009.
