Los acusados de asesinar al vigilante de seguridad del polígono industrial de Mos, José Alvarez Nión, de 22 años de edad, eran completamente conscientes de lo que estaban haciendo ya que, aunque los análisis médicos confirmaron que consumían drogas de forma abusiva, los peritos aseguraron que sus capacidades estaban íntegras.
En cada momento decidieron la actuación que mejor les convino, indicaron las dos forenses que analizaron la salud mental de los procesados Manuel Dos A.M. y Roi C.B., quienes tenían 19 años de edad cuando se produjo el crimen en agosto de 2007.
La segunda sesión del juicio que se celebra con jurado popular en la Audiencia Provincial de Pontevedra se centró en la mañana en las explicaciones de las dos forenses, cuyas conclusiones llevaron al fiscal y acusación particular a renunciar al resto de los testigos que habían sido citados para esta jornada.
Las forenses explicaron que la víctima recibió un primer disparo a corta distancia en la cabeza y, a continuación, cuando estaba reclinado sobre el asiento de su coche mortalmente herido porque el proyectil le destruyó centros vitales encefálicos, recibió un segundo disparo a bocajarro con el cañón del arma apoyado en el cuello.
NINGUN TIPO DE DESCONTROL
Añadieron que en esta actuación no hubo ningún tipo de descontrol ni confusión y en el caso de Manuel dos A.M., quien admitió ser el autor de los disparos, las peritos precisaron que siempre fue consciente de lo que hacía y no siguió una conducta improvisada, sino al contrario, muy elaborada.
Como ejemplo para avalar esa afirmación señalaron que para no dejar huellas en el lugar del crimen se quitó los calcetines y los usó a modo de guantes.
La vista oral se reanudará mañana con las declaraciones de otros testigos citados en esta causa, hechos por los que el fiscal pide de 21 años y medio de prisión para cada uno de los procesados, a quienes inicialmente atribuye las misma responsabilidad penal en este crimen.
La segunda sesión del juicio que se celebra con jurado popular en la Audiencia Provincial de Pontevedra se centró en la mañana en las explicaciones de las dos forenses, cuyas conclusiones llevaron al fiscal y acusación particular a renunciar al resto de los testigos que habían sido citados para esta jornada.
Las forenses explicaron que la víctima recibió un primer disparo a corta distancia en la cabeza y, a continuación, cuando estaba reclinado sobre el asiento de su coche mortalmente herido porque el proyectil le destruyó centros vitales encefálicos, recibió un segundo disparo a bocajarro con el cañón del arma apoyado en el cuello.
NINGUN TIPO DE DESCONTROL
Añadieron que en esta actuación no hubo ningún tipo de descontrol ni confusión y en el caso de Manuel dos A.M., quien admitió ser el autor de los disparos, las peritos precisaron que siempre fue consciente de lo que hacía y no siguió una conducta improvisada, sino al contrario, muy elaborada.
Como ejemplo para avalar esa afirmación señalaron que para no dejar huellas en el lugar del crimen se quitó los calcetines y los usó a modo de guantes.
La vista oral se reanudará mañana con las declaraciones de otros testigos citados en esta causa, hechos por los que el fiscal pide de 21 años y medio de prisión para cada uno de los procesados, a quienes inicialmente atribuye las misma responsabilidad penal en este crimen.
