GALICIA

Piden 42 años por matar de un tiro a un joven en Arealonga

La hija de Miguel Rosendo (en silla de ruedas) y su hermano con su anterior abogada en su declaración en Tui.
photo_camera El asesino saliendo de dependencias judiciales.

El fiscal acusa a José Luis L .  de disparar a bocajarro con un revolver,  y usarlo sin éxito con otra víctima

 

El vecino de Teis, de 44 años, que en la noche de San Juan del pasado año, fue detenido por la muerte a tiros del joven Daniel Beltrán en la playa de Arealonga, se enfrenta a penas de cárcel de hasta 42 años.

El fiscal acusa a José Luis L. de un delito de asesinato, otro de asesinato en tentativa, uno de más de homicidio en tentativa y tenencia ilícita de armas.

Según el escrito de acusación,  sobre las 5,00 horas del 24 de junio de 2017, en los exteriores de un bar de Chapela, José Luis L. se acercó a la barandilla que estaba próxima a la bajada a la playa de Arealonga e intentó orinar sobre unas chicas que estaban en el arenal.

La víctima, Daniel Beltrán, de 25 años, al ver la escena, recriminó al acusado su acción, sostiene la acusación pública que mantiene que en ese momento, éste “sacó de imprevisto el revólver y disparó con intención de causar la muerte” al pecho del joven. Añade que el disparo los hizo “sin previo aviso, ni gestos que pusieran en alerta a la víctima”. Fue un disparo, sostiene de “contacto” con el cañón en el pecho.

La víctima cayó al suelo por la agresión y empezó a sangrar abundantemente, “no tuvo ninguna posibilidad de defenderse”.

Un amigo del fallecido, al ver a éste en suelo, acudió a socorrerlo, sin ser consciente del disparo y también le recriminó al acusado su actitud momento en el que  éste  le “apuntó con su revolver”, disparó pero falló en el disparo, lo que facilitó la huida.

Tras el tiroteo, José Luis L. se fue de la playa pero continuó por los alrededores donde fue localizado por una patrulla de la Policía Nacional que le dio el alto. El acusado llevaba en la bandolera el revolver y según el fiscal meetió la mano en ella para sacar el arma y disparar a los agentes que se abalanzaron sobre él.

Los policías le pedían que soltara la pistola, pero él se negaba a hacerlo y, aunque se resistió a su detención, logró finalmente ser reducido. En dependencias policiales, sostiene la acusación, el detenido continuó con actitud agresiva hacia los agentes, “tirándose al suelo negándose a bajar del vehículo”. El fiscal pide 20 años de cárcel por asesinato,, 10 por intento de asesinato, otros 10 por homicidio en tentativa y 2 por tenencia ilícita de armas.

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