El insecto ataca las palmeras, que acaban por ser taladas si no funciona el tratamiento
Como se temía, el picudo rojo, una plaga de escarabajo asiático, ha llegado finalmente a Vigo y dos palmeras emblemáticas han sido las primeras en caer víctimas de la llegada del insecto. Otras dos situadas en la Plaza de la Villa de Bouzas todavía se mantienen en pie, pero los responsables municipales de Parques y Jardines ya han tomado nota del mal y comenzado a tomar las medidas preventivas para evitar que el mal se propague y obligue a otra tala. Como se puede comprobar a simple vista, uno de los ejemplares muestra síntomas de que el insecto se ha instalado, lo que supondrá el final del ejemplar, que acaba carcomiendo por completo hasta secarlo, salvo que funcionen las medidas de choque. Las dos palmeras de Bouzas son muy llamativas por su emplazamiento y porque se utilizan durante las fiestas para enganchar cables y otras instalaciones eléctricas.
Según señalaron en el ayuntamiento vigués, se ha puesto en marcha el tratamiento preventivo que prescribe la Xunta con insecticidas específicos que se aplican con chorreo en el núcleo de la palmera y con inyecciones en el interior del árbol. Se puede observar el resultado en las dos palmeras de Bouzas.
La plaga, de mismo origen que la avispa asiática, ha ido ganando terreno en la comarca, primero en Gondomar, donde las autoridades sanitarias sitúan el posible origen del foco, que se ceba con las palmeras, donde anida y se reproduce. El tratamiento preventivo no es sencillo porque estos parásitos son resistentes a las fumigaciones y lo curativos no resultan efectivos. De ahí la mayor dificultad.
Al parecer, en Gondomar, el picudo rojo liquidó 40 árboles, y en Vigo el número de palmeras es muy elevado, tanto en parques como en fincas particulares. La alarma ha sido activada y el Concello actuará en todas las zonas verde de titularidad municipal.
Curiosamente, la asociación naturalista Anabam advertía del avance de la plaga por O Baixo Miño, anotando que lo haría de la misma forma que antes la avispa asiática, que comenzó a colonizar el sur de Galicia a partir del Val Miñor, donde se encontraron los primeros "asentamientos".
