La Policía continúa la investigación del atentado sufrido por la oficina de Novagalicia Banco en Beade, que según fuentes policiales el sistema utilizado en esta ocasión supuso 'un riesgo máximo' para las personas que pudiesen pasar por la zona o acercarse al cajero.
Esta fue la primera vez que en un ataque de este tipo el artefacto es dejado en el exterior de la sucursal. Éste estaba colocado en el suelo, con el objeto de hacer el mayor daño posible a las instalaciones. Hasta ahora en los atentados atribuidos a Resistencia Galega los explosivos estaban colocados en el interior de los habitáculos de los cajeros. El termo usado en esta ocasión contenía pólvora cloratada, un explosivo utilizado por este grupo violento.
El cambio de estrategia está siendo analizada por los expertos, que en un primer momento apuntan a que los autores 'sabían lo que hacían y tenían conocimientos suficientes para elaborar un artefacto que hiciera el daño que hizo desde el exterior'.
El lugar en el que se encuentra ubicada la entidad permitía al comando huir con gran comodidad, ya que en las proximidades se encuentran caminos que conducen a la circunvalación de Vigo, a la vecina parroquia de Bembrive con sus accesos a la A-55 y hacia Castrelos y Sárdoma.
Para el sindicato Unión Federal de Policía (UFP) la autoría de Resistencia Galega, adelantada por el delegado del Gobierno pocas horas después de la explosión, es evidente por el 'modus operandi' utilizado en este caso. Para UFP este grupo radical se ha convertido 'en el mayor problema de seguridad en Galicia'.
Los atentados que se les atribuyen hasta la fecha han sido llevados a cabo siempre de madrugada y teniendo como objetivos entidades bancarias y sedes de partidos, la mayoría en la provincia de Pontevedra; los comandos suelen estar formados por dos o tres personas; los artefactos que utilizan son de fabricación casera formados por pólvora cloratada o camping gas, utilizando muy pocas veces los temporizadores.
Además, casi nunca reivindican los atentados para preservar la marca Resistencia Galega. En esta ocasión, al contrario de lo detectado en otras ocasiones, el ataque fue recogido con cierta prudencia por los medios digitales cercanos a los grupos independentistas radicales, algo que podría ser consecuencia de que este tipo de informaciones y mensajes fueron incluidos en los procesos que han terminado con condenas a algunos de los integrantes de Resistencia Galega.
El cambio de estrategia está siendo analizada por los expertos, que en un primer momento apuntan a que los autores 'sabían lo que hacían y tenían conocimientos suficientes para elaborar un artefacto que hiciera el daño que hizo desde el exterior'.
El lugar en el que se encuentra ubicada la entidad permitía al comando huir con gran comodidad, ya que en las proximidades se encuentran caminos que conducen a la circunvalación de Vigo, a la vecina parroquia de Bembrive con sus accesos a la A-55 y hacia Castrelos y Sárdoma.
Para el sindicato Unión Federal de Policía (UFP) la autoría de Resistencia Galega, adelantada por el delegado del Gobierno pocas horas después de la explosión, es evidente por el 'modus operandi' utilizado en este caso. Para UFP este grupo radical se ha convertido 'en el mayor problema de seguridad en Galicia'.
Los atentados que se les atribuyen hasta la fecha han sido llevados a cabo siempre de madrugada y teniendo como objetivos entidades bancarias y sedes de partidos, la mayoría en la provincia de Pontevedra; los comandos suelen estar formados por dos o tres personas; los artefactos que utilizan son de fabricación casera formados por pólvora cloratada o camping gas, utilizando muy pocas veces los temporizadores.
Además, casi nunca reivindican los atentados para preservar la marca Resistencia Galega. En esta ocasión, al contrario de lo detectado en otras ocasiones, el ataque fue recogido con cierta prudencia por los medios digitales cercanos a los grupos independentistas radicales, algo que podría ser consecuencia de que este tipo de informaciones y mensajes fueron incluidos en los procesos que han terminado con condenas a algunos de los integrantes de Resistencia Galega.
