Los 'populares' de Pontevedra celebraron su congreso provincial en un recinto ferial blindado por la Guardia Civil

El PP esquiva a los preferentistas en Silleda y desvía el conflicto al PSOE

La Guardia Civil impidió a los preferentistas acercarse al recinto ferial de Silleda. (Foto: LAVANDEIRA)
Hubo tiempos en los que Manuel Fraga reunía a más de 5.000 afiliados del PP en el recinto ferial de Silleda. Acudían en peregrinación desde todas partes de Galicia para ensanchar la figura del Patrón. A Silleda también peregrinaron ayer, desde las cuatro esquinas de Galicia, afectados por las preferentes para protestar por una quita media de un 43% en sus ahorros a las puertas del Congreso del PP de Pontevedra. 'El único partido que tiene tres pes', bromeó Feijóo en su intervención. Por p también empiezan político, policía y preferentista.
Unos 1.000 acudieron ayer a Silleda a pesar de que Rafael Louzán decidió cambiar a última hora el lugar de la cita para esquivar la protesta fijada en Pontevedra. 'A Louzán, que es capaz de cambiar el lugar del congreso en 24 horas, lo queremos como es', dijo a modo de chanza Feijóo.

Rafael Louzán repite como presidente provincial con el 97,1% de 763 votos, pero en el ambiente bullía sobre todos los puntos el escándalo de las preferentes. El inasible perímetro del recinto ferial propició que se agrietase la protesta y los constantes pitidos y gritos no consiguieron llegar al auditorio, que estaba totalmente vallado y custodiado por un amplio despliegue policial y de seguridad. Los líderes del PP, desde Feijóo a Fernández Albor, se ocuparon de subrayar que el problema lo creó el anterior gobierno y que la Xunta ha sido la primera en intentar remendarlo con la vía del arbitraje, al que se han acogido 15.000 afectados.'Comprende que aqueles que se lavaban as mans cando se emitiron millóns en preferentes agora se froten as mans utilizando ás vítimas', cargó Feijóo.

La tesis de la utilización política de los afectados ya la habían utilizado antes Louzán: 'Por que nós damos a cara e permitimos que se poidan manifestar. Os socialistas pecharían Pontevedra'. Feijóo es consciente de que le toca manejar un asunto muy complicado. 'Canto máis nos insulten, máis traballo e máis unidade'. Fueron las palabras que eligió para cerrar su discurso ante la militancia pontevedresa.

El presidente gallego apuesta por la vía del arbitraje como mejor solución para arreglar el problema. 'Aos aforradores hai que devolverlle o 100% dos aforros', dijo. Eso mismo rezaba en muchas pancartas en el exterior. El expresidiente Fernández Albor advirtió de que el 'PP es muy bueno gobernando y muy malo propagando lo que hace'. Su intervención fue aprovechada por el resto de presidentes provinciales para zurrarle al resto de fuerzas políticas por sus, 'congresillos', a los que 'saludan a Otegi en su asamblea', reprochó Alfonso Rueda al BNG, frente a un PP que se esmeró por remarcar su 'unidad'. Baltar provocó aplausos paraFraga, la ministra Ana Pastor acudió en representación del Gobierno, Louzán sigue al mando y a la salida se escuchó algún 'insulto', como había pronosticado Feijóo.

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