Su renuncia a partir de enero profundiza más la crisis del partido nacionalista en la ciudad olívica

Santi Domínguez abandona la portavocía del BNG en Vigo

Santi Domínguez y Caballero se saludan tras la investidura de este último como alcalde en junio 2011. (Foto: VICENTE)
La decisión de Santi Domínguez de renunciar en enero a la portavocía del grupo municipal nacionalista de Vigo supone el enésimo golpe al BNG, que el pasado mes de septiembre cumplía 30 años desde su constitución inmerso en una profunda crisis interna provocada tras la escisión de los grupos Máis Galiza y Encontro Irmandiño a comienzos de año.
Esta situación ha llevado al Bloque a obtener los peores resultados en unas elecciones autonómicas de los últimos 23 años ya que la división del voto nacionalista entre BNG, Compromiso por Galicia y Alternativa Galega de Esquerdas hizo que esta última, liderada por el casi octogenario Xosé Manuel Beiras, le arrebatase el tercer puesto en el Parlamento gallego, con nueve escaños por los siete que logró el Bloque, en caída libre desde que en los comicios de 1997 logró 18 diputados.

Domínguez intentó mantenerse ajeno a la debacle de la formación frentista pero tuvo que renunciar a su afiliación a Máis Galicia a cambio de continuar en las filas del BNG, con lo que eso suponía para su liderazgo ya que se ponía a las órdenes de la UPG, corriente predominante en el frente y de ideología mucho más radical que la del todavía portavoz nacionalista, que junto a otros compañeros fundó el movimiento Abrente.

Esto ocurría a lo largo de este año pero los cinco anteriores del nacionalista en el Concello de Vigo tampoco fueron ni mucho menos una balsa de aceite ya que comenzó su etapa como teniente de alcalde en el pasado mandato junto a Abel Caballero enfrentándose a una durísima campaña de desprestigio con más de mil pintadas a lo largo de toda la ciudad que finalizó con un juicio en el que se condenó a cuatro personas.

Durante los cuatro años del mandato, además, se criticó el papel del BNG en la coalición, demasiado sometido a los socialistas de Caballero. Esta imagen de debilidad ante el PSOE se tradujo en la pérdida de 12.000 votos en las elecciones municipales, en las que Domínguez perdió a los concejales más afines a su ideología, María Méndez y Xesus López y se quedó liderando un grupo de tres junto a Iolanda Veloso y Xabier Alonso, ambos de la UPG. Cuando Domínguez haga oficial su renuncia, tras las fiestas navideñas, la ejecutiva local deberá escoger entre Veloso y Alonso al nuevo portavoz del grupo y al posible candidato para las municipales de 2015. El BNG afrontará entonces un nuevo reto en el que se enfrentará a AGE y podría perder su representación en el Concello vigués.

Domínguez se mantendrá como concejal porque su renuncia al acta le daría el puesto a Méndez, que este año abandonó las filas del BNG y se adscribió al partido Compromiso por Galicia junto a otro exedil nacionalista, Dosio Álvarez. La entrada de María Méndez en el Concello debilitaría más la situación del grupo nacionalista, que se quedaría con dos concejales.

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