También “ojo por ojo y diente por diente"

"Cuando un gitano durante una pelea sufre un apuñalamiento, una paliza... pero sin llegar al homicidio, entonces, según nuestra ley, la familia contraria tiene que huir del entorno de la familia afectada. Es preciso destacar que tiene que marcharse toda la familia, aunque muchos de ellos no tengan culpa", confiesa un hombre de esta etnia en el blog Iguales 3.0.
 


Cuando el derramamiento de sangre se convierte en homicidio, las consecuencias son el "ojo por ojo y diente por diente", es decir, que o bien el asesino o algún familiar de éste debe recibir el mismo castigo. "Todo esto sin importar ni respetar las leyes de nuestro país, las constitucionales y legales, sino más bien la que se impone es la ley gitana", reseña.

El "destierro" es una pena utilizada con frecuencia por los consejos de ancianos de la comunidad gitana para evitar "baños de sangre"tras enfrentamientos entre clanes que deriven en sucesos graves, como se pretende frenar tras el crimen de María Luisa Jiménez.

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