MEDICINA

La tecnología 3D permite a los cirujanos "ensayar" antes de intervenir

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photo_camera El doctor Pedro Martínez Seijas.

Aunque esta técnica no se puede aplicar a cualquier tipo de operación sí tiene claros beneficios en el campo de la cirugía oral y maxilofacial

La aplicación en medicina de los avances alcanzados durante los últimos años en el ámbito de la impresión 3D permite a los cirujanos "ensayar" sus operaciones en un biomodelo personalizado de cada paciente para aumentar así la seguridad durante la intervención y optimizar los tiempos en quirófano.

Aunque esta técnica no se puede aplicar a cualquier tipo de operación sí tiene claros beneficios en el campo de la cirugía oral y maxilofacial, permitiendo que los profesionales realicen una hoja de ruta previa a la operación que les permite delimitar los pasos a dar, mediante ensayos en biomodelos que reproducen las facciones del paciente.

Este es el campo de trabajo en el que se mueve Pedro Martínez Seijas, médico-cirujano Oral y Maxilofacial y máster en Ingeniería Biomédica, quien desarrolla su actividad profesional a caballo entre San Sebastián y Vigo y advierte de que "los biomodelos han llegado para quedarse, aunque como una herramienta que ayuda pero no sustituye la labor y el trabajo del cirujano, que también aplica su arte".

Martínez Seijas trabaja con biomodelos desde el año 2003 y ha usado cerca de 300 para simular operaciones antes de intervenir a los pacientes.

"Hoy en día, nadie se propone conducir sin el cinturón o sin airbag, por la seguridad que aporta. Lo mismo ocurre al abordar la planificación, estudio y simulación de cirugías complejas maxilofaciales. Operas primero a la copia", aclara.

Este profesional cree que los biomodelos se han erigido en "una herramienta fundamental" para planificar y simular intervenciones en este ámbito, como "reconstruir una mandíbula o los huesos de la cara en un paciente con cáncer, o en las operaciones de las deformidades de los huesos de la cara y el cráneo".

La operación se "personaliza al paciente" y se realiza así una cirugía "menos invasiva, con menos incisiones y menos agresiva", ya que el profesional puede "ver un resultado muy aproximado al que se va a conseguir" antes de entrar en el quirófano y "realizar acciones mecánicas repetitivas para llevarlas prefabricadas".

Además, los biomodelos dan lugar a la creación mediante ordenador de partes ausentes de los huesos de la cara, cráneo o mandíbula para fabricar prótesis a medida en materiales como titanio, polietileno, metacrilato o sustitutivos óseos como fosfato tricálcico.

Todas estas herramientas, abunda Martínez Seijas, se pueden integrar en procesos de cirugía guiada por imagen al "meter en un GPS quirúrgico la copia operada del paciente para usar el mapa original y fusionar el camino planificado que vamos a llevar usando la cirugía virtual realizada en un ordenador".

El cirujano deja claro que no se deben crear "falsas expectativas", ya que "no puede hacerse en todas las cirugías" y los costes económicos suponen un "límite", y reconoce también el trabajo del "equipo multidisciplinar" que interviene en todo el proceso, y que forman radiólogos, ingenieros, fabricantes o proveedores, entre otros.

Con todo ello, no duda en destacar los beneficios de la cirugía guiada por biomodelos, un sistema que puede reducir "entre 40 minutos y 1 hora el tiempo de la operación" y que hace que los profesionales trabajen "con más precisión y tranquilidad".

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