Las dificultades técnicas encontradas por los equipos de rescate está retrasaron hasta la última hora de la tarde de este lunes el reflotamiento del narcosubmarino localizado en aguas de la ría de Aldán. Ya casi sin luz y al filo de las siete de la tarde, los equipos de rescate lograron sacarlo a flote y pusieron rumbo al puerto de Aldán. Una milla antes de llegar al muelle, el batiscafo quedó enganchado en el fondo, quedando suspendido el traslado a la mañana de este martes.
Una vez recuperada la nave, los equipos de investigación podrán saber el contenido exacto del alijo, que algunas fuentes situaban en más de tres mil kilos de cocaína de gran pureza procedente de los cárteles colombianos. Además, está previsto que en las próximas horas pasen a disposición judicial de la Audiencia Nacional los dos detenidos, por el momento, en el operativo. Los dos tripulantes, al parecer de nacionalidad ecuatoriana, fueron interceptados por agentes de la Guardia Civil en la playa de Foxo cuando intentaban huir del lugar. El tercer tripulante, de nacionalidad española, continúa huido a la hora del cierre de esta edición. El hombre, según se pudo saber, se habría lanzado al agua y logrado burlar el cerco de hierro creado por las fuerzas de seguridad en la península de Aldán.
Desde primeras horas de la mañana del lunes, los equipos especializados de operaciones submarinas de la Guardia Civil hicieron varias inmersiones para comprobar el estado del batiscafo. Uno de los buzos logró acceder al interior del narcosubmarino hundido, comprobando la existencia de varios fardos, uno de los cuales fue extraído de la nave, algo que permitió confirmar a los investigadores la existencia de droga en su interior.
También se colocaron varios flotadores de gran potencia alrededor del artefacto, de más de 22 metros de eslora, para intentar reflotarlo. Este sistema es muy utilizado en los naufragios y accidentes marítimos a la hora de recuperar los buques. En esta ocasión, el sistema no dio resultado, tanto por las características de la nave, como por el lugar en el que se encuentra semihundido, a una profundidad de algo menos de seis metros, lo que permitió que durante la marea baja se pudiera ver parte de la cubierta del sumergible. Finalmente, y ante la imposibilidad de reflotarlo con este sistema, fue llevada hasta la zona una gabarra con una grúa con la que reanudar las maniobras de rescate.
