Desde que la tradicional pegada de carteles dio la salida a la campaña electoral la madrugada del 26 de junio, los partidos iniciaron una carrera de fondo para mantener el voto de sus fieles y captar el de otros partidos e indecisos. La primera semana larga del proceso ha llegado a su fin y las formaciones entran ya en los últimos días antes del 12-J, con la víspera como jornada de reflexión. El momento de quemar las naves para hacer valer las encuestas (unos) o para voltearlas (los otros)
Los primeros días de campaña dejaron ver a figuras políticas de peso y responsabilidad en territorio ourensano. El presidente Pedro Sáchez y el ministro Marlaska, por parte del PSOE; el líder nacional, Pablo Casado, y el expresidente Mariano Rajoy en el Partido Popular, con Galicia en Común apostando por la ministra de Trabajo Yolanda Díaz o Vox acercando a Ourense a su portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros.
Se espera que las agendas de otros políticos llegados de Madrid cuadre para salpicar de visitas también los días más decisivos de la campaña electoral. Un esprint final que calibrará la fuerzas de las formaciones y que tendrá un nuevo factor con el que lidiar, tras el confinamiento en A Mariña lucense por un brote de coronavirus. Ya está en campaña y jugará su papel en las jornadas restantes antes de la votación.
Serán jornadas para, sobre todo, captar el voto de los indecisos, que vuelven a centrar buena parte de los mensajes de los candidatos. También para movilizar al electorado, insistiendo en la seguridad sanitaria para la jornada de votación. Vencer al miedo se ha convertido en un factor común de todas las formaciones políticas. Falta saber si el mensaje cala en el ciudadano durante los días que faltan para votar.
