entrevista

Xabier Quiroga: "La presencia nazi en Galicia ha permanecido oculta años"

1200px-Xabier_Quiroga_(AELG)-1
photo_camera El escritor gallego en una fotografía de archivo.

El escritor Xabier Quiroga se encuentra promocionando su última novela "La casa del nazi", un thriller que muestra la presencia nazi en la Comunidad gallega

El escritor Xabier Quiroga se encuentra promocionando su última novela "La casa del nazi" (Ed. Plan B), un thriller en el que la presencia nazi en la Comunidad gallega se entremezcla con diferentes temáticas de actualidad para dar lugar a una trepidante trama sobre uno de los acontecimientos más desconocidos, y acerca del que "todavía queda mucho por escribir e investigar", de la historia reciente de Galicia.

En una entrevista con EFE, Quiroga presenta un relato en el que se combinan ficción y realidad, y donde un político gallego de alto nivel recibe varios documentos desde Argentina, en los que su nombre aparece relacionado con el de diferentes nazis que habitaron el noroeste de la Península.

Así, para evitar la aparición de problemas durante su meteórica carrera política, el dirigente contratará a Reina, un taxista "fuguillas, enamoradizo y metomentodo" para que investigue su posible vinculación familiar con el Tercer Reich.

"En esta obra los lectores se van a encontrar lo mismo que en `Izan o da saca` pero en castellano", comenta el autor de O Saviñao (Lugo) en alusión a una novela que representa su primera traducción al castellano, pues, de acuerdo con su trayectoria editorial, afirma ser "un escritor gallego y en gallego".

Bajo el título "La casa del Nazi", y a pesar de no suponer un palíndromo exacto, Quiroga invierte el orden de titulación, en una obra que ya ha alcanzado la cuarta edición en su lengua vernácula, para proyectar al mercado nacional la literatura gallega.

Así, respecto a la trama principal de la obra, la presencia nazi en Galicia, el autor afirma que "es un tema muy atractivo", a lo que añade que "todavía es un campo muy abierto en el ámbito de la investigación".

No en vano, son diversos los puntos de la geografía gallega en los que se ha constatado la actividad y la presencia nazi; de hecho, el puerto de Vigo está integrado dentro del itinerario denominado "La Ruta de las Ratas", es decir, aquellas vías de escape utilizadas por los jerarcas nazis -derrotados en la Segunda Guerra Mundial- para abandonar el continente europeo en dirección a Sudamérica, y evitar así, la depuración de sus responsabilidades por el conflicto.

Sobre este particular, Quiroga apunta que para conformar su relato "he visitado muchos de los lugares que aparecen en la novela y en los cuales se ha confirmado su presencia"; no obstante, el autor también señala que la trama necesitaba "un personaje ligero y no el tradicional investigador al uso o policía", con lo que decidió recuperar a Reina, un personaje de su anterior, y premiada novela, "O Cabo do Mundo".

Con un elenco que supera la docena de personajes y en los que "el habla popular está muy presente", además del protagonista principal, en la obra destaca la figura de Lelia, una empedernida lectora de libros que ayudará a Reina con sus investigaciones y que, inspirada en la ahijada de Quiroga, "simboliza a toda esa gente joven que está siendo maltratada por la crisis pese a ser muy válida".

En este sentido, el escritor lucense apunta que "esta novela también es una crítica al sistema y a su funcionamiento", dado que, entre sus pasajes, los lectores podrán encontrar sucesos recientes como el Movimiento 15M, la estafa de las preferentes o la corrupción política.

"Si los escritores no reivindicamos estas situaciones que se están dando, estaríamos siendo personas no-comprometidas con la realidad social, y yo siempre he pensado que ese compromiso debe existir", señala.

Así, y pese a la gran cantidad de tramas que convergen en la novela, Quiroga considera que "inicialmente parece que estamos ante una estructura muy compleja al existir muchas piezas sueltas, pero, al final, todo acaba encajando".

Narrada de acuerdo a dos líneas temporales, la novela transita de forma alternativa entre la España de la posguerra y la actualidad, y a este respecto el autor expresa que "la novela se mueve en dos tiempos en los que se mezclan el pasado y el presente, porque es necesario investigar en el pasado para entender el presente".

Su bautismo literario en la lengua de Cervantes supone para Quiroga una "gran satisfacción" dado que podrá "representar a la literatura gallega", en un momento en el que para los creadores gallegos "es muy difícil salir de aquí".

De este modo, el escritor indica que pese a haber logrado dos Premios de la Crítica de narrativa gallega, en 2009 y 2014, y haber contactado en varias ocasiones con diferentes editoriales nacionales "mi obra no les interesaba", hasta que por medio de la agente literaria Lourdes Díaz, con quien comparte el ideal de "dar a conocer la literatura gallega", consigue presentar la novela a varios expertos, llegando "por sorpresa" la propuesta de Editorial B, en la cual le confirman su interés por traducirla al castellano.

En otro orden de cosas, y dada su formación académica, estudió Filología Gallega y actualmente ejerce como docente del idioma gallego.

De la situación sociolingüística de la lengua gallega en estos momentos, ha dicho que "nuestro idioma está en peligro de extinción", y, en este sentido, advierte de que "si desde las altas instancias no son capaces de verlo, el futuro será negro".

De esta forma, Quiroga lamenta que no se implementen las acciones necesarias para proteger una lengua que hoy en día es minoritaria y minorizada en la propia Comunidad, considerando que "puede ocurrir que en Galicia, `La casa del Nazi` tenga más ventas que `Izan o da saca`", una situación que para el autor representaría "un sinsentido".

Por último, consultado sobre cuáles son sus proyectos de futuro, Quiroga prefiere no adelantar nada por ahora: "No tengo prisa por publicar, siempre tuve la idea de publicar poco e intentar perpetuar las obras".

"Nunca haré una obra por encargo", sostiene, y, pese a tener el disco duro de su ordenador lleno de pequeñas historias, "en tres o cuatro años es probable que no vuelva a publicar", concluye. 

Te puede interesar