Dentro de poco más de un año y medio, entre junio y octubre de 2020, tendrían que inaugurarse la Ciudad de la Justicia y el nuevo hotel en Samil, hoy dos ruinas nobles y provisionales. Las dos demoliciones, en marcha
El primero, la Ciudad de la Justicia, emergerá sobre la reforma del antiguo Xeral, el segundo, el Samil, será un edificio nuevo por completo que sustituirá al primer complejo hotelero de la playa viguesa. Ahora son dos ruinas, pero en 2020 marcarán la actividad de juzgados y turismo.
La Ciudad de la Justicia ya comienza a ser visible tras la supresión de la cubierta verde que modeló los últimos años del antiguo hospital general vigués. El proyecto de reforma integral contempla recuperar la torre blanca, como era el edificio original, y eliminar añadidos para volver a su primer perfil. La propuesta del arquitecto Alfonso Penela, quien también está en la dirección de obra, se está ejecutando en estos momentos con la retirada de una parte de la envolvente perimetral de las plantas superiores.
Con ello volverá el escalonamiento de las plantas en su coronación, "con el fin de acercarse a la esbeltez preexistente en el edificio original previa a las ampliaciones que fue sufriendo a lo largo del tiempo", como ya indicó la Xunta. Esta semana se ha acelerado el proceso y comienzan a reaparecer las plantas que estaban ocultas bajo los anexos.
Su presupuesto es de 30 millones de euros entre la primera fase, de demolición interior, ya culminada, y la adaptación de espacios, en marcha. El traslado se demorará varios meses, al menos hasta mayo de 2020 y se realizará por partes. La torre de Vigo concentrará hasta 55 unidades judiciales además de Policía o Instituto Medicia Legal, entre otras dependencias.
Mientras, y justo a la vez, la demolición del Samil ha llegado a la mitad: se inició en noviembre y se alargará hasta marzo. A día de hoy la visión de l que fue el primer complejo turístico de la ciudad, de los años sesenta, resulta inquietante, con la estructura a la vista, como tras sufrir un bombardeo. Será por poco tiempo. Los primeros 100.000 euros pagados por el empresarios coruñés Manuel Jove, destinados a la demolición, están a punto de no dejar rastro del edificio antiguo.
Con el derribo se pone fin a una estampa a de Samil y también se acaba una etapa de abandono. Los okupas invadieron el inmueble tras el cierre y lo destrozaron por dentro. Durante sus últimos tiempos, solo seguían abiertas las pistas de tenis exteriores, que se utilizaban para dar clases a los aficionados a este deporte.
El inmueble estuvo abandonado tres años hasta que lo adquirió Jove. Pagó 2,6 millones de euros e invertirá más de 20 millones de euros en el futuro complejo turístico. La previsión es inaugurarlo en otoño del 2020.
La sociedad limitada unipersonal Attica 21 Hoteles es la dueña del cuatro estrellas, que dispondrá de 125 habitaciones repartidas en varios bloques de cuatro alturas. Contará con una amplia piscina descubierta, un spa y una sala de convenciones para albergar congresos y poder mantener un elevado nivel de ocupación todo el año. Reservará un espacio para un aparcamiento de 102 plazas.
