El Consello de la Xunta departió sobre las gravísimas decisiones del Gobierno sobre Cataluña
El Gobierno gallego ha hecho pública este jueves una declaración institucional en la que muestra su rechazo a las "políticas cómplices" del Ejecutivo con los independentistas catalanes, que no renuncian a "ilegalidades permanentes".
El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha leído esta declaración tras la reunión semanal del Ejecutivo autonómico a la que han faltado Alberto Núñez Feijóo y otros dos conselleiros, de viaje oficial en Estados Unidos.
Rueda ha asegurado que los integrantes del Consello de la Xunta han debatido sobre las "gravísimas decisiones del Gobierno sobre Cataluña" y ha defendido que Galicia no será un "mera espectadora" ante esta situación.
"El anuncio de que el Gobierno central asume como propia la idea de un mediador entre algunas fuerzas políticas de Cataluña para buscar soluciones a un mal llamado conflicto político es un paso más en una cadena de concesiones; del consentimiento de acciones incompatibles con la Constitución estamos pasando a la complicidad con ellas", ha censurado el vicepresidente gallego.
Rueda ha recordado que desde el inicio del desafío independentista en Cataluña la Xunta ha defendido que "se trata de un menoscabo" a Galicia y a su autogobierno.
En su intervención, ha enumerado diversas concesiones del Gobierno de Pedro Sánchez a los "autores de la intentona inconstitucional", en alusión a los hechos del 1 de octubre de 2017.
Además, ha incidido, a estas "cesiones" se unen otras de tipo presupuestario, como la "discriminación inversora" en Galicia y considerar a Cataluña "maltratada" por los gobiernos anteriores, "otro argumento de los independentistas".
"Galicia ve cómo un gobierno que debería gobernar para todos se convierte en rehén de quien no esconde su propósito de destruir la España democrática", ha sostenido Rueda, que ha achacado al Ejecutivo de Sánchez "el triste mérito" de romper con la tradición de dar un respuesta "decidida, responsable y democrática" a los distintos intentos "desestabilizadores" de la democracia española.
Ha advertido a Pedro Sánchez de que "ningún presidente puede convertir en moneda de cambio para resistir" en el cargo las cesiones a los partidos independentistas y ha asegurado, en cualquier caso, que la "deuda es suya, no del conjunto de los españoles".
