Carolina Cerezuela se ha convertido en uno de los rostros de la televisión. Y no sólo porque esté pluriempleada en Telecinco ('Hospital Central', 'Camera Cafe') sino porque es una de las actrices más guapas y sexys de la pequeña pantalla.
Para demostrarlo, la joven alicantina se ha dejado fotografiar mostrando parte de sus encantos, para protagonizar la portada de la revista 'DT', a la que confiesa que le gustaría pasarse al cine, aunque no a cualquier precio: 'No quiero hacer un denudo innecesario o un guión que no me guste'.
Entre las imágenes de sus interminables piernas y sus curvas de infarto, Cerezuela asegura que le ha costado mucho separarse de su imagen y llegar a conseguir que los profesionales de su entorno le valorasen como algo más que una cara bonita. 'He sufrido esa reacción de que, cuando llega alguien que se ajusta a unos cánones de belleza, tienden a pensar 'quién la ha puesto aquí', 'de quién será novia' o 'es la típica modelito que quiere ser actriz', que haberlas haylas', reconoce. Pero a su juicio, lo importante es no juzgar antes de tiempo sino que 'hay que dejar demostrar a la persona su valía profesional', reflexiona.
A sus 29 años dice estar preparada para hacer cine 'pero no cualquier cosa'. 'No quiero hacer un desnudo innecesario o un guión que no me guste', de hecho, ha intentado no encasillarse en el papel de Mónica de 'Camera Cafe' un personaje con el que dice no compartir nada: 'Por suerte yo soy mucho más humana, soy mortal; ella no, está por encima de eso', bromea.
Estudió Relaciones Laborales, sin embargo, tiene claro que de no ser actriz trabajaría como 'abogada laboralista o cantante'. La exuberante intérprete --que actualmente mantiene una relación con el tenista Carlos Moya-- confiesa su amor por el Derecho, un mundo que, además, considera 'un reto', ya que lo considera un 'mundo de hombres' a pesar de la época en que vivimos.
Entre las imágenes de sus interminables piernas y sus curvas de infarto, Cerezuela asegura que le ha costado mucho separarse de su imagen y llegar a conseguir que los profesionales de su entorno le valorasen como algo más que una cara bonita. 'He sufrido esa reacción de que, cuando llega alguien que se ajusta a unos cánones de belleza, tienden a pensar 'quién la ha puesto aquí', 'de quién será novia' o 'es la típica modelito que quiere ser actriz', que haberlas haylas', reconoce. Pero a su juicio, lo importante es no juzgar antes de tiempo sino que 'hay que dejar demostrar a la persona su valía profesional', reflexiona.
A sus 29 años dice estar preparada para hacer cine 'pero no cualquier cosa'. 'No quiero hacer un desnudo innecesario o un guión que no me guste', de hecho, ha intentado no encasillarse en el papel de Mónica de 'Camera Cafe' un personaje con el que dice no compartir nada: 'Por suerte yo soy mucho más humana, soy mortal; ella no, está por encima de eso', bromea.
Estudió Relaciones Laborales, sin embargo, tiene claro que de no ser actriz trabajaría como 'abogada laboralista o cantante'. La exuberante intérprete --que actualmente mantiene una relación con el tenista Carlos Moya-- confiesa su amor por el Derecho, un mundo que, además, considera 'un reto', ya que lo considera un 'mundo de hombres' a pesar de la época en que vivimos.
