La princesa Leia sufre trastornos alimenticios

Mucho ha llovido desde que Carrie Fisher saltara a la fama y se convirtiese en icono sexual dando vida a la princesa Leia en La guerra de las galaxias. Décadas después la actriz vuelve a acaparar portadas, pero no por su carrera artística sino por sus problemas alimenticios, que han transformado profundamente su figura.
Con sólo 19 años, Carrie Fisher, hija del cantante Eddie Fisher y la actriz Debbie Reynolds, pasó a ser una de las actrices más importantes de Hollywood. Sin embargo, exceptuando algunos papeles secundarios y sus tentativas como escritora, después de haber interpretado a la princesa Leia en la famosa saga, poco se ha sabido de esta actriz.

Fisher, de 52 años, ha vuelto a ser noticia después de que el diario británico Daily Mail publicase unas fotos suyas en las que se observa un considerable aumento de peso. Esta ha declarado que actualmente no es capaz de verse a sí misma en la película que la lanzó a la fama.

La actriz habló con los medios de comunicación a la salida de la obra autobiográfica que actualmente está representando en Broadway y explicó sus problemas con una metáfora sobre su actuación. 'Invito a la gente a mi espectáculo no para ver mi casa sino para oir mis muebles porque estoy en el lado de la mansión ahora mismo y luchando contra ello'.

Así de críptica se mostró Fisher con los periodistas, dejando claro que valora de su obra de Broadway su actuación y no su estado físico actual, con el que ahora está teniendo más de un problema, según informaciones del Daily Mail.

También declaró que su sobrepeso 'es una cosa poco importante' y que no es su mayor problema. 'Es despreciable, un problema de clase alta, pero te convierte en alguien vulnerable', reconocía la actriz.

Wishful Drinking, nombre de la obra que protagoniza, narra cómo fue su infancia como actriz, un resumen de su carrera cinematográfica y su lucha contra la adicción a las drogas y al trastorno bipolar que padece.

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