Acudieron a una revisión después de que Romina estuviera unas semanas de baja

Romina Belluscio y Guti, ilusionados con el embarazo

Guti y Romina Belluscio (Foto: EFE)
Romina Belluscio y José María Gutiérrez, 'Guti', acudieron el pasado 1 de junio a una revisión, ya que Romina se encontraba mal después de salir del plató de 'Espejo Público' y temía que su embarazo pudiera sufrir alguna complicación.
La pareja acudió preocupada por el estado del embarazo de la guapa reportera argentina, que, tras su diaria colaboración en el programa matinal de Antena 3 presentado por Susanna Griso, quiso asegurarse de que todo marchaba bien.

En la clínica recomendaron a la futura mamá, a pesar de que no había ningún problema, guardar reposo durante un tiempo para evitar futuras complicaciones.

Así lo ha hecho Romina, y durante casi un mes, según ¡Hola!, ha permanecido de baja y llevando una vida más relajada, aunque sin dejar de tener un lógico temor por lo que pueda afectar a su embarazo de tres meses.

La pareja volvió a acudir al hospital después del tiempo de reposo, ella con cierto nerviosismo pero acompañada del futuro papá, el jugador del West Ham Guti. Éste salía sonriente del hospital junto a su pareja, después de que les informaran de que todo iba sobre ruedas.

Las sonrisas de ambos al salir del centro hospitalario lo decían todo: Romina, muy ilusionada, miraba sin parar las ecografías, mientras que el ex jugador del Real Madrid, la observaba satisfeho.

La pareja está muy feliz ante la llegada de su primer hijo, 'muy buscado' desde el principio, dice Romina. La pareja formada por el ex futbolista del Real Madrid y la guapísima reportera serán padres a principios del año que viene, concretamente en el mes de enero.

La reportera de 'Espejo Público' comenta que siente los signos de su embarazo desde el principio. Ha desvelado que lo que más le apetece ahora es el 'brócolis hervido', y que no tiene preferencias por que sea niño o niña. Guti sí que opina , y prefiere, si hubiera posibilidad de elegir, que fuera niño.

AGRIDULCE GRADUACIÓN DE ANA BOYER, SIN SU PADRE
Ana Boyer no contó con la presencia de su padre, el ex ministro Miguel Boyer, en su graduación en Derecho, ya que está aún convaleciente del ictus que sufrió hace casi cinco meses. Las que sí que acudieron a este destacado acto académico fueron su madre, Isabel Preysler, y su hermana Tamara Falcó.

Una día tan importante como el de la graduación universitaria, después de varios años de estudio, se quedó tan sólo en una jornada incompleta para la hija de Isabel Preysler y Miguel Boyer.

La recién licenciada, que hizo gala de su belleza y estilo, ambos heredados sin duda de su madre, recibió la banda blanca y amarilla como graduada en Derecho por la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid, según informa Diez Minutos.

Aun así, a Ana, excelente estudiante, le queda otra graduación más. Seguirá estudiando otro año, hasta terminar Administración y Dirección de Empresas en la misma Universidad el próximo curso.

Sigue así los pasos de su padre, el ex ministro de Economía y Hacienda del primer Gobierno socialista de Felipe González. Ana comparte con Miguel Boyer su aguda inteligencia y facilidad para el estudio.

Acompañada de su madre, la siempre perfecta Isabel Preysler, y de su hermana Tamara Falcó, Ana acudió a su graduación universitaria en Madrid, y permitió que Isabel se tomara un descanso, ya que está totalmente implicada en el cuidado de su marido, Miguel Boyer, desde que en febrero éste sufriera un ictus cerebral y fuera intervenido del mismo de urgencia.

El ex ministro socialista sufría un derrame cerebral a finales del pasado febrero, poco después de que el político cumpliera 73 años de edad. Poco después se le practicaba en la clínica Ruber una intervención quirúrgica de la que todavía no se ha recuperado del todo.

Isabel Preysler tenía 'roto el corazón' después del susto, pero se volcó en la recuperación de Miguel Boyer, quedándose hasta altas horas de la noche en la clínica durante el tiempo que el ex ministro estuvo hospitalizado.

CONCHA VELASCO: 'LOS SEÑORES DE MI EDAD NO ME GUSTAN'
A sus 72 años de edad, Concha Velasco disfruta de una madurez plena llena de proyectos profesionales y feliz junto a sus dos hijos y su nieto. Pese a sus desavenencias, la artista reconoce el amor que ha sentido por Paco Marsó y ha manifestado que no volverá a enamorarse porque 'los señores de mi edad no me gustan'.

Este año, la actriz vallisoletana ha recibido el premio 'Toda una vida' de la Unión de Actores. Con más de ochenta películas, cerca de treinta obras de teatro y numerosos éxitos televisivos a su espalda, Concha se ha convertido en uno de los rostros más queridos.

La actriz, que alterna estos días la gira de la obra teatral 'Concha, yo lo que quiero es bailar' con el rodaje de la segunda temporada de 'Gran Hotel' y la grabación de su programa semanal 'Cine de barrio', ha hecho un alto en su agenda para recibir el homenaje de sus compañeros.

Debutó con tan sólo 15 años en la película 'La reina mora', y a los 19 triunfó con 'Las Chicas de la Cruz Roja', con Tony Leblanc, con el que haría seis películas. Desde entonces no ha parado y ha triunfado tanto en cine como en teatro y televisión.

Para Concha su momento más feliz está siendo ahora, no le gusta mirar hacia atrás, lo que pasó pasó y no guarda rencor porque se siente privilegiada. Además, ha revelado a la revista 'Semana' que no piensa en el futuro. 'Tenía que haber ahorrado y no lo he hecho, pero qué se le va a hacer, soy hormiga y no cigarra', ha afirmado.

De esta manera, la artista ha asegurado que echa muchísimo de menos a su exmarido, Paco Marsó. Aunque su relación no era muy buena, ambos fueron grandes empresarios e hicieron importantes obras de teatro juntos. Pero Concha lo tiene claro, el amor ya lo ha dejado completamente aparcado. Así, ha afirmado que 'los señores de mi edad no me gustan, a mí quien me gusta es Richard Gere'.

La vallisoletana nota que se ha hecho mayor. Como mujer, en que se compra un traje y a la semana ya no le vale. Y como actriz, gracias a todos los personajes que ha interpretado es mejor persona, ha aprendido de todas esas mujeres más que de nadie en este mundo, tal y como recoge la citada revista.

Un oficio diferente y maravilloso que le ha permitido dar de comer a su familia, por eso Concha no quiere retirarse todavía. Solo una cosa le pone el freno, su nieto Samuel, de tres años, hijo de Paco, su hijo menor.

Te puede interesar