Dan cuenta desde Lobios de un sangriento y trágico suceso ocurrido cerca de Grou perteneciente a aquel municipio. Don Constantino Trigás, vecino del indicado lugar de Grou, tenía a su servicio un criado portugués llamado Manuel y una sirvienta de la aldea de Silvares, llamada Carmen Rodríguez Incógnito, de 30 años y soltera.
Carmen y Manuel eran novios. El otro día salieron junto del pueblo y, sin duda, hubo entre ambos alguna riña provocada por los celos. El caso fue que Manuel, empuñando un revólver, disparó contrasu novia, que cayó al suelo ensangrentada. Después, creyéndola muerta, volvió el arma y se disparó dos tiros.
No tardó en llegar gente al lugar del suceso, tras oír el ruido producido por las detonaciones, presentándose también inmediatamente efectivos del cuartel de la Guardia Civil de Lobios, que encontraron a los dos heridos en un charco de sangre. Asimismo, se desplazaron hasta el lugar de los hechos los componentes de la comision del juzgado municipal en los primeros momentos, ordenando el traslado de los heridos, que fueron llevados al vecino pueblo de Quintas, de la parroquia de Grou, donde el médico don Hernando López les practicó la primera cura.
El portugués presentaba una herida en el oído derecho y Carmen en el oído izquierdo, ambas sin orificio de salida. El revólver encontrado junto a Manuel tenía tres cápsulas descargadas y una sin disparar.
Pudo declarar a los agentes del instituto armado que se hicieron cargo del atestado que él había sido quien, por cuestiones de amores, había disparado contra su amante, intentando suicidarse después.
El autor de los disparos falleció aquella misma noche. Tenía 28 años. Su novia está gravísima, temiéndose que fallezca de un momento a otro.
(1920)
