Hay un cambio fundamental en las tendencias que la moda exige este año para los bañadores. Del mismo modo que la falda se alarga, el bañador quiere ganar espacio en el cuerpo femenino hasta el punto de que muchos de ellos tienen mangas, y la pierna de los pantalones baja hasta la mitad del muslo y, a veces, más abajo todavía. El exceso se compensa dejando al aire el talle y, en muchas ocasiones, el ombligo en las dos piezas que estarán muy en boga esta temporada.
Por otra parte, si el bañador se compone de una sola pieza, la espalda aparece totalmente desnuda hasta bastante por debajo de la cintura, y los lados del cuerpo quedan igualmente al descubierto.
Los dibujos geométricos parecen ser los preferidos en los bañadores, las rayas horizontales combinando dos o más colores, recuerdan el estilo de los años 20, que campea con bastante frecuencia en las tendencias de hoy.
Sobre el bañador, los albornoces se convierten en chalecos largos, muy pegados al cuerpo, polos o camisetas larguísimas, que afinan la silueta, saharianas, kimonos judokas, o camisas clásicas realizadas en tejido transparentes.
Los sombreros de anchísimas alas favorecen muchísimo el rostro y protegen realmente del sol. Además, se puede ocultar bajo ellos el pelo, un poco desordenado por el viento y el agua del mar.
(1970)
