25 años de agricultura ecológica en Galicia

El sello de certificación ecológica en Galicia acaba de cumplir 25 años. Inició su andadura en septiembre de 1997, como Consejo Regulador de Agricultura Ecológica de Galicia (CRAEGA), denominación que perdura. Pero su ámbito de operación fue más allá de la agricultura ya desde el primer momento. Sus primeros cinco integrantes fueron tres productores de castaña de la provincia de Lugo y dos cooperativas ourensanas: Santa Mariña de Loureiro, de O Irixo, y Biocoop de Verín. La primera es una cooperativa láctea y la segunda, de ganadería con razas autóctonas en peligro de extinción. Hoy en día, el sello del CRAEGA certifica productos y productores de sectores como la agricultura, ganadería, acuicultura y productos elaborados y procesados procedentes de esos campos. Es una denominación de origen de carácter transversal que certifica la naturaleza ecológica de la producción y del proceso de elaboración, más que el origen territorial del mismo, lo que significa que podremos encontrar productos que tienen doble sello: el de una DO o IGP que certifica su origen, como un vino del Ribeiro, grelos, castañas o patatas de Galicia, y el que acredita su naturaleza ecológica con el del CRAEGA, o una empresa gallega que comercializa especias y aromáticos, algunos de los cuales, como por ejemplo la canela o la nuez moscada vendrán de Ceilán, pero tienen sello del CRAEGA, que verifica a través de la documentación que se les requiere que en origen su cultivo fue ecológico. De 7 a 1.500 En el primer año de existencia, el consejo regulador cerró su ejercicio con cien operadores inscritos. Desde entonces, la expansión de la agricultura y la ganadería ecológica en Galicia ha sido imparable. 1997 cerró con 7 productores y un elaborador y diez años después, la cifra se había multiplicado de manera exponencial, pasando a 407 productores y 65 elaboradores lo que suma 473. En junio de 2022 habían superado el triple: 1.523. El crecimiento también se ve reflejado en el número de hectáreas inscritas que superan las 45.300. Por distribución territorial, las provincias interiores acaparan el 81 por ciento de la superficie inscrita en ecológico. Lugo es la que más superficie tiene, más de la mitad del total, pero Ourense es la que más crecimiento registra en los últimos años. En la provincia de Pontevedra es importante el peso de la acuicultura. El 57 por ciento de la producción ecológica en Galicia es de origen animal, encabezada por la leche, seguida por carnes, conservas de pescado y huevos. El equipo técnico del Consejo Regulador de Agricultura Ecológica de Galicia, al que vemos posando en la fotografía de esta página, está integrado por cerca de 25 personas, entre técnicos auditores, responsables de calidad, promoción y otras áreas. La mayoría de ellos trabajan en su sede en Monforte de Lemos. El consejo tiene además oficinas en Lugo y Vilagarcía de Arousa. En esta última ciudad está justificada su presencia por el creciente peso que adquiere la acuicultura, sobre todo en lo que se refiere al cultivo de mejillones, pero también a la recogida de algas, la agricultura marina en la que Galicia cuenta con una gran diversidad y calidad de variedades de algas. Fundadores ourensanos Santa Mariña de Loureiro es la más veterana de las cooperativas agrarias de Galicia. Su promotor fue Antonio Fernández el párroco de Santa Mariña, quien se implicó en el desarrollo de la parroquia mucho más allá de lo espiritual y se puso al frente de una cooperativa de ochenta socios que logró frenar la emigración en un pueblo que pudo seguir viviendo del campo. Pionero en la elaboración de kéfir en Galicia, Loureiro se apuntó al modelo ecológico en el mismo momento que se fundó el CRAEGA. Sus yogures, queso, requesón y kéfir cuentan con el sello de agricultura ecológica lo que añade un valor adicional a una marca detrás de la cual hay toda una parroquia que lleva casi seis décadas luchando por hacer de su pueblo y de su campo un modelo de vida sostenible. José Luis Vaz tiene setenta años. Sus padres habían emigrado a Vigo donde tenían un restaurante, el Monterrei, en la Avenida del Fragoso. Pero él decidió volver al campo y empezó en 1983 haciendo una auténtica concentración parcelaria a base de comprar fincas a vecinos para tener superficie suficiente en la que criar en extensivo su ganado vacuno. “Comencé dedicándome a la leche, porque era lo que recomendaban entonces. Pero ahora todo mi ganado es de carne. La leche que dan mis vacas se las toman todas sus terneros”, cuenta Vaz. Él está al frente de la cooperativa Biocoop, con sede en Verín que se integró también en el CRAEGA en el mismo momento de su fundación. Certifican en ecológico, carne de caprino, ovino, vacuno y hamburguesas de ternera. El vacuno es la principal actividad ganadera. “Tenemos cabezas de las cinco razas autóctonas ourensanas: cachena, caldelá, frieiresa, limiá y vianesa”, explica José Luis Vaz, quien actualmente cuenta con 160 hectáreas de superficie dedicada a la cría de vacas y terneros. “Además de la producción de nuestros socios nos ocupamos de la de otros ganaderos que se han convertido en colaboradores. En total movemos más de 2.000 vacas adultas criadas en extensivo y una superficie de más de seis mil hectáreas repartidas por toda la provincia de Ourense, desde las Terras das Frieiras hasta el Xurés. Gestionamos dos tercios de la superficie inscrita en ecológico en la provincia de Ourense”. Según los últimos datos de junio de 2022 la superficie en ecológico de Ourense era de 9.627 hectáreas. Vaz cree que la ganadería ecológica tiene futuro en Ourense “porque hay mucha superficie de monte abandonado y la cría en extensivo no solo es ecológica por su propio sistema de producción es que también contribuye, por ejemplo reducir el impacto de los incendios forestales”. En Calvos de Randín, José Valencia tiene un pequeño rebaño de ovejas y 42 hectáreas de prado inscrito en ecológico. A punto de jubilarse, es uno de los últimos pastores que todavía sale al campo con sus perros y su rebaño. Soltero, sin hijos, no habrá relevo generacional en su explotación, un fenómeno muy común en el agro gallego. Sus ovejas mestizas, cruce de razas autóctonas gallega y leonesa son comercializadas por Biocoop. “También hay pequeñas explotaciones en extensivo con cachena en Entrimo, Frieiresas en A Mezquita”, apunta Vaz. Entre los agricultores más jóvenes que se apuntan al ecológico están los viticultores. En el Ribeiro hay varias bodegas que además de su adscripción a la denominación vinícola certifican vinos en el CRAEGA, cuando su elaboración procede de parcelas que están inscritas en ecológico. Es el caso de bodegas como Aurea Lux y Celme en el Ribeiro o Quinta da Muradella en Monterrei. En viticultura es una actividad compleja ya que no basta con practicar un cultivo exento de la mayoría de productos y tratamientos químicos. También hay que acreditar una distancia de seguridad frente a las parcelas vecinas que sí los utilizan, con el fin de asegurar que no entran en contacto con las uvas, ni siquiera por efecto del viento procedente de las fincas cercanas. Diversidad La diversidad es uno de los rasgos característicos de la producción ecológica de la provincia de Ourense, donde encontraremos aceite, miel, hortalizas, vino, cerveza, licores, conservas vegetales, galletas y otros productos de panadería y repostería,… en manos de pequeños productores, pero también de grandes empresas que tiene inscrita parte de su producción en ecológico, como es el caso de Coren y Aceites Abril. Ourense cuenta, en total con 124 productores y 180 comercializadores. El éxito de los productos ecológicos es una tendencia global, con un incremento creciente de la demanda. Pero ese crecimiento se experimenta de forma más significativa fuera de Galicia, por lo que la mayoría de los productos ecológicos de origen gallego acaban consumiéndose en los mercados nacional e internacional. “La marca Galicia ya es un reclamo en sí mismo”, explican desde el departamento de promoción del CRAEGA, “y es un refuerzo positivo para los productos ecológicos gallegos”. La asignatura pendiente es ahora que esa demanda se extienda también en el mercado interior. José Luis Vaz, presidente de Biocoop también confirma que el tirón del producto ecológico gallego está más allá del Padornelo.