49 razones: moda y compromiso

¿Cómo nació “49 razones”? La idea la tenía desde hace años, pero la iba aplazando por falta de tiempo. Conjuga mis tres pasiones vitales: arte, “moda” y conciencia ecológica. El tiempo apremia, ya estamos en el punto de urgencia ecológica, momento de no retorno, y me he sentido en la obligación moral de aportar mi granito de arena. Hay más de 49 razones para un cambio social, en el paradigma del consumo compulsivo y sin reflexión, una necesidad de educación sobre el coste ecológico del sistema de la moda imperante -que es la segunda industria más contaminante del planeta-, que evite que nos precipitarnos en el desastre. El consumo de ropa crece a pasos agigantados y por supuesto también los desechos generados, por lo que parece un buen lugar por donde empezar. ¿Qué mundo dejaremos “mañana” a la siguiente generación por no valorar hoy que los recursos son escasos y el agua potable finita? ¿Para qué? Para comprar otra camiseta de algodón que parece muy barata pero que sale muy cara. Es como estar vendiendo nuestra alma sin ser conscientes. Esa idea es el germen del proyecto. 49Razones también reivindica el arte como esencia de la humanidad. Encontré una forma muy atractiva de lanzar el mensaje a través del arte, aprovechando el tirón de la propia moda para concienciar sobre los impactos de la industria textil. La exposición se acompaña de textos educativos sobre los principales impactos del sistema de producción de la moda rápida, con la idea de promover una compra más meditada y reflexiva. Para llevar a cabo el proyecto, que fue subvencionado por Cultura del Concello de A Coruña, he recurrido a la opción más ecológica de todas las existentes, la que ya existe, prendas en perfecto estado que habían sido descartadas y estaban destinadas a acumularse por cientos de años en basureros. Esas prendas (camisas blancas cedidas por Insertega) son los lienzos especiales e innovadores sobre los que han plasmado sus creaciones los artistas implicados en el proyecto, en el que intervienen distintas disciplinas artísticas. ¿Cuál es la misión? 49 Razones nace de una reflexión profunda sobre la concepción del arte de vestirse, planteando una brillante alternativa al modelo hiperconsumista actual de la industria textil. A través de la intervención de 49 camisas blancas por otros tantos artistas plásticos e implicando además a bailarines y creadores audiovisuales, se gesta esta acción concreta de suprarreciclaje para mostrar que existen opciones con más valor en la decisión de compra de ropa. Así, las prendas adquieren un doble valor añadido: la exclusividad de una pieza de arte y la materialización de un acto de conciencia ecológica y consumo responsable. Este proyecto muestra que la creatividad y el arte, en su doble finalidad estética y comunicativa, son las mejores opciones que tenemos para salvar a nuestro planeta de la depredación a la que viene siendo sometido. ¿Cómo seleccionas los artistas? La idea era hacer una convocatoria pública, pero no quería perder el impacto inicial de la originalidad, así que contacté con artistas locales conocidos y con una trayectoria interesante. Llegué a 49 y ahí me quedé para reforzar el nombre del proyecto. La idea es mover la exposición por Galicia e incluir algunos artistas adicionales de cada localidad. La mayoría son artistas consagrados de A Coruña, aunque también hay representantes de mi grupo de dibujo urbano USK. ¿A quién está dirigido? 49 Razones nace para ser universal, ya que el futuro de todos está en juego. Se dirige a todos los consumidores en general en el sentido educativo y a los que aprecien el arte, la exclusividad y diferenciación para los que quieran ir más allá y ejercer esa acción meditada a través de la compra de una prenda única que apoya el arte y la ecología. Se hizo una presentación del proyecto a los estudiantes de diseño, otro pilar necesario para un cambio. También se presentó ante la asociación Executivas de Galicia, de la que soy socia fundadora. La mujer es parte importantísima de esta industria, tanto como consumidora como trabajadora. Los derechos de las trabajadoras de países del tercer mundo no se respetan. Por otro lado a las mujeres se nos ha vendido desde el patriarcado que tenemos que estar siempre impecables, se nos ha convencido de esa necesidad de consumo para aparentar estatus o idoneidad estética, cuando es un subterfugio que nos aliena. ¿Podemos entender el futuro de la moda sin la sostenibilidad? La respuesta es un tajante no. Las grandes multinacionales del fast fashion están realizando pequeños cambios en las estrategias de negocio y se está introduciendo el concepto de sostenibilidad, algunos por puro marketing y otros porque la tendencia del mercado es hacia ese lugar. Algo es algo , pero es totalmente insuficiente. Los consumidores tenemos que tomar la palabra y ejercer nuestro derecho de decisión y que éste tenga el impacto que corresponde. También desarrollas tu propio proyecto de joyería contemporánea. ¿Cuál es su historia? Sí, mi pequeña marca Unique Beatriz Clara cumple 10 años estos días. Lo compatibilizo con mi trabajo como economista. Unique de Beatriz Clara nace con una clara vocación de joyería de autor en busca de una alianza entre arte y joya. En el proceso de creación comulgan técnicas y materiales diversos como piedras preciosas, plata, latón, madera, arcillas poliméricas, cristales devueltos por el mar, perlas cultivadas, valvas marinas, cuero o cualquier material que me sugiera ser parte de una pieza. Me divierte reutilizar y reciclar partes de otros elementos, tanto por el interés del propio reciclaje como por el carácter único que estos materiales aportan a cada creación. Desde casi niña hice joyas artesanales para mi, porque me encantan las cosas diferentes y especiales y no encontraba lo que buscaba. Se combina con mi faceta artística, ya que muchas piezas están pintadas a mano. Con 40 años quise dar un vuelco a mi trayectoria profesional, estudié diseño de moda y estilismo y luego patronaje en Goymar Galicia. Aunque realmente el comienzo en la joyería fue bastante anterior dio un salto a partir de entonces.