Ajo del oso, sabor fuerte del bosque

Domingos González, jefe de cocina del balneario de Lobios, de quien hablé la semana pasada en esta misma página, me pasa la fotografía que ilustra esta información tras haber hecho una larga caminata por los montes para recolectar algunos ejemplares del “Allium ursinum”, nombre latino que en el común nuestro se traduce literalmente como “ajo del oso” “allo do oso” en gallego. Se trata de una planta herbácea que, además de sus usos mágicos y terapéuticos, que no vienen al caso en esta sección, tiene una cualidad gastronómica que es por la que sí la destacamos. Su potencial saborizante en ensaladas y platos en los que aporta un sabor muy parecido al ajo, dado que el aceite esencial que posee contiene componentes muy semejantes, todos ellos compuestos de azufre y, algunas partes de la planta, especialmente las hojas, concentran ese sabor con gran intensidad, sobre todo al machacarlas o arrugarlas. Son plantas de bosque umbrío, lo encontramos en la zona del Xurés, el Courel, a veces al pie de un regato. Las hojas crecen entre los meses de febrero y marzo y florece al mes siguiente, desde abril hasta, con flores de color blanco.  Su uso tanto medicinal como gastronómico está presente entre nosotros desde hace más de dos mil años.

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