ENTREVISTA

Alba Galocha: la moda es ella

Alba Galocha.
photo_camera Alba Galocha.

Alba Galocha es creatividad. En Santiago nació una de las modelos más cotizadas del panorama estatal e incluso internacional, pues ha desfilado para marcas como Louis Vuitton. En la actualidad, desarrolla también su faceta como actriz sin dejar de lado la moda entendida como arte

¿Quién es Alba Galocha?

Ahora, cuando me preguntan a qué me dedico digo que soy una actriz que lleva muchos años trabajando como modelo, pero realmente como yo me veo es como actriz. También es verdad que hago mil cosas, entonces depende de quién me lo pregunte. A nivel personal, creo que soy muy tranquila, me gustar la tranquilidad, no me gusta llegar tarde a los sitios porque sé que me agobio. Soy muy casera. No sé, yo me definiría como una persona muy  normal, pero, claro, ¿dónde está la normalidad?

Hoy eres una de las modelos españolas más importantes, pero de pequeña deseabas ser periodista de moda. ¿Qué querías contar?

La verdad es que no lo sé. Supongo que quería contar mi visión de lo que es la moda o cómo desde la moda puedes cambiar la forma de ver las cosas. Al final, la moda es algo que tenemos muy presente pero si lo tenemos presente desde un punto de vista frívolo es muy fácil, se queda en nada y se convierte en algo vacío. Pero, de repente, piensas en los diseñadores que había en los 90 y los mensajes que mandaban eran una maravilla. Miguel Adrover, Rei Kawakubo, Alexander McQueen incluso… Ahí había algo más que la simple estética de un desfile. Yo creo que eso era lo que me atraía de la moda, más que lo bonito o la estética. 

Desde fuera, nos parece que todo en los desfiles está rodeado por un aura. ¿Cómo es la preparación real de una modelo para un desfile o para una sesión de fotos?

Siempre depende mucho de con quién estés trabajando. Hay trabajos más vacíos en los que te pones la ropa que te manden y punto. Hace poco hice una sesión de fotos en Lisboa con un equipo y una estilista con los que me llevo muy bien y fue muy bonito porque creamos un ambiente muy artístico. Yo llegué allí, me enseñaron la ropa, me dijeron por dónde iba la inspiración y me dieron libertad para crear de alguna manera el personaje que va a estar presente durante toda la sesión. Fue muy bonito por eso, porque de repente estábamos haciendo algo que iba más allá de una foto. Eso es lo que más me gusta a mí de la moda, la parte por la que sigo trabajando. 

¿Qué se te pasa por la cabeza mientras desfilas?

Yo creo que no piensas mucho porque es muy poco tiempo realmente. Vas pensando en la música e intentando relajarte. También es verdad que cada día es un mundo e influye el ánimo que tengas. Por eso creo que es importante leerse y conocerse a una misma para esos momentos que son tensos o estás más nerviosa ser capaz de sacarlo adelante. 

Has desfilado para marcas como Louis Vuitton. ¿Hay diferencia entre la forma de vivir la moda en España y en países como Francia?

Creo que Francia especialmente y también Italia son países donde la moda siempre ha dado mucho dinero. En España también pero en estos países es alta moda, es como una forma de vida de los ciudadanos de a pie, hay mucha gente que se dedica a ella. Entonces sí que cobra una importancia diferente. La producción o el dinero que se mueve en un desfile de Louis Vuitton o Chanel es diferente a lo que podía ser Angel Schlesser en su momento. Le dan una importancia que, desde mi punto de vista, no tiene. Pero es algo cultural, que viene de hace muchos años. Todo depende de la importancia que le quieras dar tú.

¿Y cómo vistes cuando no tienes que vestirte?

Súper cómoda. Últimamente me gusta mucho llevar mil colores, camisetas de manga larga debajo de manga corta, calcetines desparejados… Creo que es mi forma de ir en contra de la parte perfeccionista de la moda. Siempre me he comportado muy bien y he cuidado de la educación, pero por dentro ha habido una rebeldía que se manifiesta en ese tipo de cosas.

¿Te llama la atención la ropa cuando no estás trabajando?

La verdad es que sí. Me llaman la atención las personas mayores. Cuando veo a alguien mayor con colorines, me fascina y pienso: “De mayor yo quiero ir así”. Podría decir que Vivienne Westwood es la persona en la que siempre me fijo y que más me llama la atención. 

Ya llevas un tiempo en el mundo de la moda. ¿Cómo ha cambiado desde que tú empezaste?

Yo he evolucionado mucho, entonces no sé si lo que me parece evolución es porque yo he evolucionado o porque la moda ha evolucionado. Puede que haya cambiado. La importancia que se le da ahora al director creativo de las marcas es mayor. Igual empezó a cambiar un poco en la época de los 2000, con Raf Simons que se movía a Dior, John Galliano… Esa figura hoy es más como la de un artista y es verdad que cambia la identidad de la casa dependiendo de quién esté. Mira Céline, por ejemplo, que con Phoebe Philo era una maravilla de elegancia, limpieza y paletas de colores superclaros. Ahora, de repente, con Hedi Slimane son los 80 más locos. Sí que ha podido cambiar mucho el concepto de que el director creativo está por encima de la marca. Gucci, ahora con Alessandro Michelle, no tiene nada que ver con el Gucci de Tom Ford. 

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