Amparo Castellano, la televisión más creativa

Desde el pasado mes de noviembre está al frente de Zeppelin TV, la productora que introdujo en España formatos de entretenimiento que configuraron la televisión contemporánea, como los reality. Amparo Castellano, periodista, tiene una larga trayectoria profesional que ha desarrollado prácticamente en el medio audiovisual. 1. Cuando estudiaba periodismo, ¿pensaba ya en dedicarse al mundo de la televisión? Estudié periodismo porque era una apasionada del mundo de las letras ya desde muy pequeña. Pensaba supongo que como todos los que amábamos el periodismo, que era posible cambiar el mundo contando las cosas que sucedían, me imaginaba muy intrépida. De hecho caí en el mundo audiovisual por casualidad. Al terminar la carrera trabajé en Valencia en todos los periódicos, en radios, haciendo prácticas y cuando empecé a buscar trabajo, el primer sitio en el que encontré fue en televisión, en la televisión autonómica valenciana. Y desde entonces no he dejado el medio. No estaba en mis planes, pero las cosas sucedieron así. Y me enganchó. 2. ¿Y de Valencia...? Estuve un año en la televisión valenciana y luego me fui a Barcelona y empecé a trabajar en Gestmusic, del grupo Endemol, entonces y estuve 16 años. Allí fue donde aprendí toda la base del mundo del entretenimiento en televisión. 3. Era el momento en el que el concepto del entretenimiento daba un cambio revolucionario en la televisión. ¿Cómo sucedió? Pues fue el momento del nacimiento de “Operación Triunfo”, que era un concepto muy nuevo porque hasta ese momento los programas musicales eran de exhibición. El año anterior, en 2000 comenzó “Gran Hermano”, que nos introdujo en el mundo de la telerrealidad y marcó un antes y un después en al manera de ver la televisión y en 2001 llegó “Operación Triunfo” que, viviendo de esa telerrealidad nos presentaba otra manera de ver el entretenimiento musical. 4. Operación Triunfo el primer programa de su género, ¿cómo reaccionó el público? Yo creo que desde la irrupción de las televisiones privadas no se había dado un programa con esa capacidad aglutinador como fue Operación Triunfo. Seguir el día a día en la carrera musical de gente anónima no se había hecho nunca. Todo el mundo se acuerda de Rosa, de Bustamante, de Bisbal, Chenoa... El público ya había reaccionado de una manera similar con Gran Hermano, pero yo creo que con Operación Triunfo, porque la música va directa a las emociones, su influencia fue más extensa. Y es cierto, fue el primer “talent” que se hacía en España al que luego siguieron otros, también musicales y de otros géneros, como bailar, cocinar... 5. ¿Cómo surgen esos formatos pioneros? En el caso de “Gran Hermano” fue un formato creado por Endemol Holanda. Y de hecho comenzó en Holanda, en 1999 y ya en 2000 se estrena la versión española en nuestro país. “Operación Triunfo” fue un formato íntegramente español, idea de mis jefes de entonces, Tony Cruz y Josep María Mainat. 6. Y de Barcelona, se fue a Madrid, a DLO y ahí exploró nuevos formatos. Nos llamaban “los de la tele bonita”. Y lo cierto es que apostamos por un tipo de programas diferentes. Yo pensaba entonces en el sueño que tenía cuando era niña de hacer cosas que tengan un trasfondo social y empezamos con programas totalmente diferentes. Recuerdo que el primero fue “Cero en historia”. Hacer humor con la historia tenía algo de locura, pero lo cierto es que ya vamos por la temporada diez. Y dentro de esa línea hicimos “Radio Ga Ga”, con el que ganamos el premio Ondas en 2018. Es un formato de “slow tv”, es una conversación en la que la gente habla y da voz a colectivos que normalmente no la tienen. Otro sería el de “Ni super héroes ni princesas”, en el que planteamos qué ocurre si educamos sin género. O Cosas de la edad”, que es un experimento intergeneracional maravilloso. 7. Y ahí también empezaron a crear formatos para las autonómicas, ¿No es así? Sí, cierto. Yo empecé trabajando en una televisión autonómica y por otra parte, pensábamos que en esa línea de crear formatos con un cierto contenido social, la televisión pública en general y las autonómicas en particular, tenían encaje. Estamos haciendo un formato para TV3 que es uno de los más exitosos de su parrilla, para la ETB, y en el caso de la TVG, con el programa “A miña familia pola túa”, del que estamos muy orgullosos porque, desde el humor ponemos sobre la mesa debates y temas que creemos que desde una televisión pública son interesantes. 8. ¿Cómo es el proceso creativo de un formato televisivo? ¿Se desarrolla primero y luego se busca encaje o se crea pensando en una tele o una plataforma? Crear un programa es una tarea compleja en la que te pones y no hay límite de horas. La verdad es que existen los dos caminos: el más natural es que tienes algo que contar y lo desarrollas. Puede ser del género documental, ficción, un concurso, etcétera. Es un trabajo en equipo en el que, a medida que crece vas viendo si encaja mejor en una tele pública, en una plataforma, en una privada... y a partir de ahí lo adaptas a cada uno de los sitios porque cada ámbito tiene sus códigos. O lo contrario. Pensamos, “nos gustaría trabajar con TVG” y entonces piensas en algo que les puede encajar, que crees que pueden necesitar, haces un análisis de parrilla y le haces una propuesta a su medida. 9. Dentro de la amplísima gama de programas que producen desde Zeppelin, ¿hay una línea creativa, como si fuera una línea editorial? Tenemos una serie de premisas que consideramos imprescindibles a la hora de plantearnos un programa. La primera de ellas, que te entretenga, sea el formato que sea, que lleve humor. No que vayamos a contar el chiste, pero sí como una columna transversal, que atraviese el contenido que vamos a realizar, y más en los tiempos que corren. Y la tercera es que el espectador, al día siguiente, ya sea en la compra, en el trabajo o con los amigos, tenga algo que comentar. Ese “ayer vi” o “¿sabías qué?”. Es decir, que el espectador descubre algo. 10. ¿En qué medida han cambiado los hábitos televisivos con las nuevas tecnologías? Quizá en las generaciones de más edad, no mucho. Pero para el resto, totalmente. Con las plataformas, la televisión a la carta, se ve cada vez menos televisión lineal, es decir de la que se está emitiendo. Y ya no digamos en el caso de los jóvenes. Ahora eres tú quien decide a qué hora quieres ver y qué quieres ver.