VINOS

Aravo, un Albariño del Condado que triunfa

Una pequeña bodega consigue medalla de oro en Bruselas con un vino de elaboración singular y una producción de 12.000 botellas

Resulta muy difícil, encontrar una botella de los vinos de esta bodega afincada en Arbo en un restaurante o en una tienda en Galicia. Tal vez eso cambie tras la medalla de oro que acaba de ganar su vino Aravo Hespérica Lumina, en el concurso mundial de Bruselas que se celebró recientemente. De este mismo certamen ya había regresado en una edición anterior con una medalla de plata y en los Bacchus, repitió la misma secuencia, plata y oro, en las ediciones de 2010 y 2012.

Los padres de esta criatura son dos amigos de la infancia que se han convertido en socios de una bodega, Beira Aral, fundada hace menos de diez años en Arbo, en la subzona de O Condado.

Con cinco hectáreas de viñedo, tres de ellas están en una sola finca, "Chan dos Carros", que es de donde procede el Albariño con el que elaboran su Aravo. Suelo pedregoso, pobre, con una pendiente muy marcada, y una plantación en espaldera de altísima densidad de cepas -3.000 por hectárea- son rasgos que se van a transmitir a la calidad de la uva empleada procedente de cepas que compiten, primero con la hierba y luego entre ellas, por el agua y los escasos nutrientes de la tierra. 

Aravo es un vino monovarietal, pero no monódico. Se fermenta en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada, pero luego se lleva una parte, aproximadamente un 10 por ciento)  a barricas de 200 a 400 litros de roble francés nuevo para realizar una crianza de 4 meses con sus lías finas. Otra parte, si lo precisa, realiza por separado la fermentación maloláctica. Por último se ensambla, reposa y es embotellado. La cosecha de 2015 ha proporcionado 12.000 botellas de un vino muy mimado y hecho a conciencia.

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