¿De verdad vivimos en una sociedad tan pacata y llena de corrección política que hacer las anteriores reflexiones es inquietante y no tiene precedentes?
El otro día vi una película de la que había oído hablar mucho (¿mucho?, entiéndame, en “Días de Cine” y demás reductos gafapasta; en el Centro Comercial ya les digo que no la pusieron). Se titula “Boyhood”. Se habló de ella, principalmente, porque se rodó a tiempo real, es decir, hablaba de diferentes momentos de la vida de un niño desde que es pequeño hasta que llega a la mayoría de edad y, en vez de usar actores distintos, dejaban de rodar algunos años y lo iban retomando. Pero por original que esto sea (que lo es) lo que yo quería contar era otra cosa. Algunos de los comentarios de la carátula eran: “sin precedentes… descomunal… inquietante”, así que la vi esperando abismales maldades, maltrato, violencia, abusos…
Pero simplemente me encontré con estas reflexiones, a saber: ser niño no siempre es bonito, es más, muchas veces es muy jodido; ser madre no siempre da felicidad, a veces es una mierda y quieres que tus hijos se vayan de casa para tener vida propia y, cuando esto pasa, te parece que tu vida está vacía y piensas en morir.
Y yo alucino y pienso: ¿de verdad vivimos en una sociedad tan pacata y llena de corrección política que hacer las anteriores reflexiones es inquietante y no tiene precedentes? O sea, ¿de verdad la mayoría de la gente es tan escandalizable?
Rumiando esta reflexión estaba hoy, cuando me encontré con que un amigo había escrito en su muro de facebook “¿qué coño lehendakari?, ¡Arnaldo, presidente!” ante lo cual pensé “qué valor escribir esto, por menos te quitan el pasaporte”. Luego me planteé darle a me gusta, no por lo que dice literalmente, claro, sino por el subtexto: vi el “Salvados” con Otegui y me pareció un tipo muy inteligente y honesto y una gran entrevista. O sea, lo mismo que pensé yo cuando la vi.
Y me pregunté si yo tendría el valor para escribir un artículo diciendo esto. Pero me respondí que no. Así que le di a me gusta y les hablo de “Boyhood” que es una película que no está nada mal si les divierte, oh, insensatos, pensar un poco a contracorriente.
