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Bad Gyal, el trap que no lo era

Bad Gyal.
photo_camera Bad Gyal.

Bad Gyal es trapera, pero solo de imagen: su espectáculo actual se asemeja más a la perfomance de iconos como  Cardi B o Kali Uchis

Alba tiene 21 años y hace tan solo dos despachaba el pan en una panadería del Maresme -ajena a todo lo que hoy es su vida- y sin ninguna aspiración más que vivir al día e intentar disfrutar. Lo normal en la gente de su edad.  Alba es una chica de barrio, que con la irrupción del trap como nuevo fenómeno social entre la juventud se ha dado a conocer bajo uno de lo alias más carismáticos que se recuerde: Bad Gyal.

Pero, a pesar de lo que pueda parecer, lo suyo no es el trap, aunque todo el mundo se empeñe en meterla en ese saco. Lo de Bad Gyal es otra cosa y así lo han visto en medio mundo: ella es una artista viral a nivel internacional. El dancehall de la catalana ha traspasado todas las fronteras; su mezcla de música urbana y reguetón con ritmos reggae, pasado todo por el filtro del vocoder, hace que su propuesta no se parezca a nada.  En cuanto a sus directos, lo cierto es que han ido mutando poco a poco. Aquellos primeros bolos –ella sola con su micro, escondida tras su melena y sus camisetas “oversize”–, han ido dejando paso a una artista descarada, atrevida y magnética. Bad Gyal es trapera solo de imagen. Su espectáculo hoy se asemeja más a la de cualquiera reina del dance, como Cardi B o Kali Uchis, y esa es la liga en la que Alba quiere jugar. No se corta un pelo en expresarlo, con descaro y, sobre todo, con trabajo. La ha llevado a estar presente en decenas de festivales. 

En 2018 editó su mixtape “Worldwilde Angel” para el cual se rodeó, entre otros, de El Guincho -lo mismo que Rosalía para su brillante “El mal querer”-.

Su productor ha sabido entender mejor que nadie la inquietudes musicales de una generación que viene a enseñar más que aprender. Pablo Díaz-Reixa hace de organizador y programador de todos esos sonidos que vuelan en sus cabezas, creando un manera nueva de hacer y dándole forma al sonido de una generación que está despegando y que le ha perdido el miedo y el pudor a según qué cosas.

Bad Gyal es una diva: lo dice su estilo, su forma de cantar y la carrera meteórica que la llevará este año a girar por EEUU, Asia y Latinoamérica, donde sus fans crecen de forma exponencial. Atrás quedó aquel vídeo con el que se dio a conocer en 2016, donde homenajeaba a Rihanna cantando en catalán. Ahora Alba es una estrella, que ha llegado para ponernos a bailar en 2019. Sin duda, será su año. 

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